Restricciones en varios estados llevan a más mujeres a buscar alternativas seguras fuera de sus jurisdicciones, según la Dra. Yari Vale Moreno
Por José E. Maldonado Marrero
EyBoricua.com
SAN JUAN, Puerto Rico – La cantidad de mujeres de Estados Unidos que viajan a Puerto Rico para acceder a servicios de aborto ha aumentado significativamente en los últimos meses, según explicó hoy la Dra. Yari Vale Moreno en una entrevista realizada en un aparte durante un foro organizado por Ayuda Legal Puerto Rico.
La doctora, obstetra y ginecóloga en Darlington Medical Associates, una de las cuatro clínicas de aborto que aún operan en la isla, atribuye este incremento a las crecientes restricciones y prohibiciones del aborto en varios estados del sur de Estados Unidos, lo que ha obligado a muchas mujeres a buscar alternativas fuera de sus lugares de residencia.
“Antes recibíamos una o dos pacientes al mes de Estados Unidos; ahora recibimos más de 10”, indicó la Dra. Vale Moreno, quien además dirige el Departamento de Planificación Familiar en el Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico. Las pacientes provienen principalmente de estados como Alabama, Florida, Texas y Mississippi, donde las leyes restrictivas han dejado a muchas mujeres sin acceso seguro a abortos, incluso en casos en los que su salud está en riesgo.
La Dra. Yari Vale Moreno tiene un extenso trasfondo en el campo de la salud reproductiva. Con dos décadas de experiencia, es una destacada defensora de los derechos reproductivos en Puerto Rico.
La Dra. Vale Moreno explicó que la lucha por mantener el acceso al aborto en Puerto Rico es constante, especialmente ante el aumento de presiones por parte de movimientos fundamentalistas que buscan restringir estos derechos.
«Estamos luchando para mantener la legalidad del aborto en Puerto Rico y evitar que el gobierno excluya a diferentes poblaciones, como las adolescentes», subrayó.
La Legislatura intentó recientemente aprobar un proyecto de ley que obligaría a los padres a firmar un consentimiento antes de que una adolescente menor de 16 años pudiera acceder a un aborto, lo que complicaría aún más el acceso a este servicio esencial.
La doctora también explicó que en casos donde las adolescentes de 15 años o menos son víctimas de violación, estas deben ser enviadas al Hospital Universitario, ya que ninguna de las clínicas desea asumir la responsabilidad debido a las investigaciones recientes que han creado un ambiente de temor y desconfianza.
«Estas adolescentes, que son víctimas de violación, deben ser enviadas al Hospital Universitario porque ninguna de las clínicas quiere hacerse cargo de las terminaciones debido a la investigación que se llevó a cabo en 2023 a raíz de la denuncia de la senadora (Joanne) Rodríguez Veve», explicó Vale Moreno.
Además, la doctora señaló la alarmante disminución en el número de clínicas de aborto en la isla. Hace una década, había alrededor de 10 clínicas en funcionamiento, pero ese número se ha reducido a solo cuatro en la actualidad.
«La mayoría de las clínicas han cerrado porque los dueños se han retirado o debido al constante hostigamiento que enfrentamos. Es una lucha constante para mantener nuestros servicios abiertos», indicó.
Una de las clínicas, ubicada en Bayamón, es objeto de protestas regulares tres veces por semana, lo que disuade a muchas pacientes de acudir a sus citas. «Hay personas que se paran al frente a protestar basándose en creencias religiosas, y eso impide que las pacientes accedan al servicio», explicó la doctora.
«Esto causa que muchas mujeres decidan no bajar de su carro o que opten por no venir en absoluto, lo que es exactamente lo que esos grupos quieren lograr».
Mitos y desinformación
La Dra. Vale Moreno también mencionó los mitos y desinformación que se propagan en torno al aborto, como la creencia de que el aborto puede causar infertilidad o incluso la muerte.
«Estos son los mitos más grandes y causan un pánico enorme en las mujeres que vienen a la clínica. Llegan aterradas pensando que algo terrible les va a pasar, cuando en realidad, el aborto es más seguro que llevar un embarazo a término», señaló.
Para respaldar sus afirmaciones, la doctora citó el «Turnaway Study», un estudio sociológico que siguió a más de 100 mujeres en Estados Unidos que no pudieron acceder a un aborto y fueron obligadas a llevar sus embarazos a término.
«El estudio mostró que estas mujeres enfrentaron condiciones económicas y emocionales mucho más difíciles que aquellas que pudieron abortar. Sufrieron de menos apego hacia sus hijos y vivieron en condiciones económicas precarias durante los primeros años de vida de esos niños», explicó. También mencionó que muy pocas de estas mujeres optaron por dar a sus hijos en adopción, a pesar de que esta opción es frecuentemente sugerida como alternativa.
En cuanto a las nuevas leyes en Estados Unidos que restringen el aborto, la Dra. Vale Moreno explicó que algunas de ellas son tan severas que incluso en casos donde la vida de la mujer está en peligro, los médicos dudan en intervenir debido al riesgo de enfrentar consecuencias legales.
«En algunos estados, se requiere que dos peritos certifiquen que la mujer se está muriendo antes de permitir un aborto. Esto causa que muchos médicos simplemente no ofrezcan el servicio para no arriesgarse a ir a la cárcel», comentó.
Finalmente, la Dra. Vale Moreno hizo un llamado a la población, especialmente a las mujeres y a la comunidad LGBTQIA+, para que participen activamente en las próximas elecciones.
«Es crucial que la gente vote, especialmente en estados como Florida, donde los derechos reproductivos están siendo atacados. Votar por plataformas que defienden los derechos humanos es esencial para proteger el acceso al aborto y otros derechos fundamentales», concluyó.
La situación en Puerto Rico refleja el impacto de las políticas restrictivas en Estados Unidos, mostrando cómo las decisiones políticas pueden afectar profundamente el acceso a servicios de salud esenciales, tanto en la isla como en el continente.