San Juan, 28 ene (EFE) – La policía Brenda L. Pérez Bahamonde, de 46 años, fue asesinada a tiros supuestamente por su expareja, también miembro de la Policía, en lo que sería el primer crimen de violencia de género reportado en lo que va de año, según se informó este viernes.
La mujer, una agente estatal adscrita al Cuerpo de Investigaciones Criminales de Guayama, resultó herida de bala en la tarde del jueves en el barrio Naranjo y llegó hasta la estación de Autopista Salinas, donde se solicitó el servicio de una ambulancia de urgencia.
El comunicado policial explicó que Pérez Bahamonde fue transportada por personal de Emergencias Médicas al hospital Menonita de Guayama, donde el doctor de turno certificó la ausencia de signos vitales.
Con relación a estos hechos, fue arrestado un hombre, expareja de la víctima e identificado como José Rivera Velázquez, que trabaja también como policía.
Rivera Velázquez había sido durante los últimos cinco años el esposo de la fallecida, quien al parecer había solicitado una orden de desalojo de la residencia compartida.
Los agentes encontraron en el interior de su vehículo su arma reglamentaria y analizan si es la que se usó para cometer el crimen.
La Policía le había retirado el arma tras una denuncia de Pérez Bahamonde, pero le fue devuelta hace solo tres semanas luego de que un psicólogo certificara que podía ser rearmado.
La organización Kilómetro 0 denunció en un comunicado que la Policía no revelara desde el primer momento que el sospechoso del crimen es otro agente y exigió «absoluta transparencia en la información en torno a este trágico suceso».
«La Policía suele identificar a las personas arrestadas y/o sospechosas de delitos graves y está obligada a revelar al país cuando uno de sus funcionarios mata o hiere gravemente a una persona», indicó la organización.
Kilómetro 0 indicó que «no es la primera vez que esa institución pretende esconder» este tipo de datos y que el de Brenda Pérez es el cuarto feminicidio íntimo perpetrado por un policía desde 2018.