San Juan, 8 de julio de 2021 – La Asociación Puertorriqueña de Profesores Universitarios (APPU) planteó que la posible salida del Dr. Jorge Haddock, actual presidente de la Universidad de Puerto Rico, tiene dos niveles que son importantes en el proceso de entender su salida de la presidencia de la universidad.
Por un lado, indican, el Dr. Haddock ha sido incapaz de manejar la situación de crisis de la UPR de manera adecuada. Según la Asociación, bajo su presidencia, la UPR ha caído en la crisis más profunda de su historia, llegando a la posibilidad de múltiples recintos quedar inoperantes. Por otro lado, denuncian, la Junta de Gobierno de la UPR, quien solicita su renuncia, es tan parte del problema que enfrenta la institución como el propio presidente Haddock.
“El Dr. Haddock ha tenido una presidencia que ha sido extremadamente tímida en la defensa de la Universidad de Puerto Rico. Constantemente ha planteado públicamente que los recortes a la institución son manejables. Su ejercicio de manejar la crisis en lugar de exigir la solución de ésta nos dejó una alta gerencia universitaria que ha sido fundamentalmente silente ante el asalto a la universidad del pueblo de Puerto Rico. Mientras la gerencia dirigida por Haddock habla de cómo se puede manejar la institución, el gobierno central de Puerto Rico y la Junta de Control Fiscal continúan sangrando nuestra universidad”, señaló Ángel Rodríguez Rivera, presidente de la APPU.
Sin embargo, el presidente de la APPU señaló que es increíble que sea la Junta de Gobierno de la UPR quien exija la renuncia de Haddock.
“La Junta de Gobierno de la Universidad de Puerto Rico ha sido cómplice y responsable de las cosas que han pasado en la institución. Es la junta quien aprueba el plan fiscal de la universidad. Es la junta quien decide que se allane a las exigencias de la Junta de Control Fiscal y desmantela la Universidad bajo el manto imaginario de la eficiencia. Es la junta de gobierno quien intenta, por instrucciones de la Junta de Control Fiscal, desmantelar el sistema de retiro de la UPR», afirmó Rodríguez Rivera.
Las razones que puede haber para la salida de Haddock de la presidencia de la UPR son las mismas que existen para que la actual Junta de Gobierno, comenzando por el presidente, el Ing. Emilio Colón, salgan de la misma. Esta es la misma junta de gobierno que hace unos meses no quiso que la Junta Universitaria, representante de la comunidad académica universitaria, evaluará la gestión del Dr. Haddock y validó su plaza como docente que, a todas luces, es ultravires”, continuó.
Para finalizar, Rodríguez Rivera señaló la importancia de que para llenar la posible vacante de Haddock se lleven procesos transparentes de búsqueda y consulta de una nueva presidencia del primer centro docente y de investigación de Puerto Rico.
“Esperamos que la Junta de Gobierno aprenda de este experimento fallido y escuche a la comunidad universitaria en el proceso de nombrar una nueva presidencia de la Universidad de Puerto Rico. La UPR necesita que se defienda hasta las últimas consecuencias. En nuestra institución existen muchas personas dispuestas a hacerlo. Solo hace falta que se escuche a esa comunidad”, concluyó.