Por Miguel Díaz Román
Especial EyBoricua.com
Además de Puerto Rico, numerosos países de Europa, Centro y Sudamérica compiten agresivamente para beneficiarse de la iniciativa de la administración Trump que busca retirar de China corporaciones estadounidenses dedicadas a la manufactura de fármacos y de dispositivos médicos y reubicarlas en sus territorio o en occidente, sostuvo Kenneth Rivera, ex presidente del Colegio de Contadores Públicos Autorizados y de la Cámara de Comercio de Puerto Rico.
“Puerto Rico no está solo compitiendo con China. Está compitiendo con un montón de países. En Europa están pasando una serie de cosas que hacen más atractiva la inversión. El reshoring” (reubicación de empresas) es más que no querer a China, y no es que quieran a Puerto Rico necesariamente. Una vez que esas corporaciones salgan de China, vamos a tener que competir con gente de Europa y con gente, muy probablemente, de Centro y Sur América”, sostuvo Rivera, durante un foro virtual de la Asociación de Industriales y de la entidad Ampliando la Manufactura de Puerto Rico.
A modo de ejemplo, Rivera dijo que Irlanda, un fuerte de competidor de Puerto Rico en la atracción de empresas de manufactura, había bajado las contribuciones a la empresa de computación Apple, lo cual fue rechazado por la Comunidad Europea, que exige revertir el beneficio en un caso planteado ante los tribunales europeos que ventilan las controversias comerciales. “Y sepan que Irlanda ganó el caso”, agregó.
Rivera sostuvo que Puerto Rico sería un destino atractivo para el sector farmacéutico que opera en China, si se aprueban dos iniciativas contenidas en dos proyectos de ley radicados ante el Congreso. Se trata del Proyecto 6648, radicado por Stacey Plaskett, delegada de las Islas Vírgenes en el Congreso, y por la congresista Nydia Velázquez; y el Proyecto 644, presentado por la Comisionada Residente, Jenniffer González.
El Proyecto 6648 propone excluir a los territorios del gobierno federal del Impuesto Global a los Ingresos por Intangibles (GILTI por siglas en inglés), que se le impuso a estas empresas como parte de la reforma contributiva presentada por el presidente Trump en el 2017. El GILTI aplica a los ingresos que se le adjudican al uso de patentes exclusivas para la elaboración de fármacos y de otros productos farmacéuticos. Otra medida que pretende eximir a los territorios del GILTI, es el Proyecto 3940, presentado por el senador republicano Roger Wicker.
El Proyecto 644, propone una serie de créditos contributivos a las empresas que se reubiquen en zonas con altos niveles de pobreza, tanto en los Estados Unidos como en sus territorios. Los créditos aplicarían a los gastos de nómina, compras realizadas en las empresas locales y a la depreciación de propiedades y equipo adquiridas para establecer la operación de manufactura.
“Eliminar el GILTI no es el mecanismo para atraer empresas de manufactura ubicadas en China”, dijo Rivera. Indicó que de acuerdo con un informe elaborado por la entidad Boston Consulting Group, que fue contratada por la Junta de Supervisión Fiscal, la medida radicada por González, tendrían más oportunidades para atraer empresas de mano de obra intensiva y de capital intensivo.
Explicó que, según el citado informe, la eliminación del GILTI generaría entre 500 y 1,500 empleos y una inversión entre $35 millones y $105 millones.
“Eliminar el GILTI es un mecanismo para competir con Irlanda y México. Pero tener las dos protecciones es lo mejor para Puerto Rico. Porque así protegemos las industrias que tenemos y podemos atraer de China, empresas farmacéuticas y de dispositivos médicos ”, dijo Rivera.
En la isla operan 1,730 empresas de manufactura que generan 74,500 empleos directos y 220,000 entre empleos directos, indirectos e inducidos.
Sostuvo que la batalla electoral en los Estados Unidos también tendrá serias repercusiones en Puerto Rico, pues la plataforma económica del candidato demócrata Joe Biden propone un aumento sustancial del GILTI que “puede afectar a Puerto Rico”. Destacó que la plataforma del republicano Donald Trump propone una serie de “créditos para atraer empresas desde China que pueden ser muy interesantes”.
Rivera dijo que tras leer “por encima” el nuevo reglamento propuesto por el Servicio de Rentas Federal (IRS), para regular el régimen de créditos por las contribuciones pagadas por corporaciones estadounidenses en el extranjero, es posible que requiera enmiendas en la Legislatura local, porque el documento recomienda una sola contribución y no dos, como ocurre actualmente con la Ley 154 del 2010. Esta ley estableció un arbitrio de 4% sobre las ventas que las empresas foráneas en la isla hacen a sus afiliadas. Pero la ley permite pagar el arbitrio o una contribución sobre ingreso relacionada a esa transacción.
De hecho, Rivera dijo que la Ley 154 contiene un impuesto bruto modificado que no se ha implantado y que podría entrar en vigor en el 2026, cuando debe terminar la vigencia del arbitrio del 4%, según lo dispuso la última enmienda realizada al estatuto. “El impuesto bruto modificado está diferido, no se está utilizando. Cuando se implanta mutamos a ese impuesto, que lo que hace es que cambiamos a otro tipo de cómputo”, explicó Rivera. Actualmente, las empresas foráneas aportan entre el 30% y el 33% de los ingresos del fisco, incluyendo el arbitrio del 4% y otras contribuciones que deben pagar, que representan más de $2,000 millones al año.
La semana pasada el secretario de Hacienda, Francisco Parés, aclaró que el nuevo reglamento del IRS no afecta los recaudos que genera la Ley 154, porque va dirigido a ciertos impuestos sobre servicios digitales que se están imponiendo en otros países extranjeros.