Nueva York (EFE) – Distintas autoridades y activistas de Nueva York lamentaron el fallecimiento del presidente del sindicato 32BJ, el puertorriqueño Héctor Figueroa, que murió de un ataque al corazón a los 57 años el jueves.
«Con gran tristeza y mucho pesar, el sindicato 32BJ llora la repentina muerte de nuestro presidente Héctor Figueroa», dijo la organización en un comunicado.
Figueroa era uno de los líderes gremiales más destacados del país desde que en 2012 asumiera la dirección de uno de los sindicatos de servicios más grandes de la nación, con más de 163,000 miembros, casi la mitad de ellos en Nueva York.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, se mostró «desconsolado» en declaraciones remitidas a través de un comunicado, y definió a Figueroa como «una figura imponente de la política y un héroe del sindicalismo que hizo un bien inconmensurable para la clase trabajadora de este estado y de la nación».
Cuomo destacó que el fallecido sindicalista fue un nombre relevante a la hora de que Nueva York aprobara un salario mínimo de $15 por hora para los trabajadores, así como la paga base de $19 para los trabajadores del aeropuerto, ambas medidas aprobadas el pasado año.
«Sí se puede, my friend», concluyó Cuomo, en una mezcla de español e inglés.
Figueroa, nacido en Puerto Rico, se mudó a Estados Unidos en 1982, donde estudió económicas e ingresó en el Sindicato de Trabajadores Textiles (ahora, Trabajadores Unidos) y se convirtió en uno de los primeros defensores de los derechos de los inmigrantes dentro del movimiento sindical.
«Héctor Figueroa encarnaba la palabra ‘solidaridad’. Nos unió a todos y la suya era siempre la voz de la empatía, de la convicción, de los principios», destacó el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio.
También lamentaron el deceso los activistas de Make the Road New York, una asociación en defensa de los derechos de los inmigrantes.
«Estamos totalmente destrozados por la noticia del fallecimiento de Héctor Figueroa, quien ha sido un león de nuestro movimiento. Héctor ha luchado tenazmente durante muchos años por los derechos de los trabajadores y de los inmigrantes», destacaron los directores ejecutivos de la organización, Deborah Axt y Javier Valdés.
Su defensa de los trabajadores lo llevó a defender también el acuerdo que el estado y la ciudad de Nueva York alcanzaron con Amazon para que el gigante del comercio electrónico abriera una nueva sede en el barrio de Long Island City.
Para el sindicalista, si bien los incentivos fiscales eran muy altos, consideraba que merecían la pena por la creación de empleo que suponía la llegada de la compañía de Jeff Bezos a la Gran Manzana.
Figueroa estaba casado y tenía dos hijos.