Nueva York, 16 mar (EFE) – Un generoso cliente dejó una propina de $2,500 en un restaurante de Ohio (EE.UU.) para tratar de paliar los duros efectos que está teniendo el coronavirus sobre los negocios con el cierre forzado de un gran número de locales.
El caritativo ciudadano se gastó en «Coaches Bar and Grille» cerca de $30, pero añadió una propina más de 80 veces el valor de su cena «para ayudar a aliviar las pérdidas durante este periodo de cierre requerido», dijo el restaurante en una publicación en las redes sociales, acompañada por una foto del recibo.
El cliente, que según los medios locales visita el establecimiento con frecuencia pero que pidió permanecer en el anonimato, dejó la propina apenas unas horas antes de que entrara en efecto la prohibición de servir comida en los restaurantes en el estado de Ohio, que sólo podrán hacer negocio con la entrega a domicilio o comida para llevar.
«Algunos de los empleados empezaron a llorar. Lo van a dividir entre 13 y les va a ayudar», dijo el empleado de Coaches Benny Leonard a la emisora local WCMH. «Somos familia y vamos a pasar por esto juntos», agregó.
El domingo, el gobernador de Ohio, Mike DeWine, ordenó que todos los bares y restaurantes cerraran las zonas comunes de sus locales, que quedan restringidos al servicio de entrega a domicilio a comidas para llevar hasta nuevo aviso.
Ohio es sólo una de las regiones de EE.UU que han impuesto esta medida, un país en el que ya hay cerca de 4,000 infectados por el virus, donde se han producido unas 70 muertes.
Nueva York, el estado con mayor número de infecciones en EE.UU., también está tomando estas precauciones, mientras que el domingo se decretó en la Gran Manzana el cierre de las escuelas públicas, el mayor sistema escolar del país con 1.1 millones de alumnos.
Con una población de más de 19 millones, el estado de Nueva York dispone de unas 50,000 plazas hospitalarias, unas 3,000 de ellas en unidades de cuidados intensivos, y actualmente tiene alrededor de un 80% de ocupación.