Kabul, 9 de julio de 2021 (EFE) – Los talibanes tomaron este viernes el control de dos ciudades fronterizas que conectan la actividad comercial de Afganistán con sus vecinos Irán y Turkmenistán, una captura que coincide con el anuncio de Joe Biden de que la retirada de tropas internacionales finalizará el próximo 31 de agosto.
La toma de estas ciudades, situadas en la provincia occidental de Herat, es el último desarrollo en la ofensiva de la formación insurgente, que ha capturado más de cien distritos desde que las tropas estadounidenses comenzaron la retirada final de Afganistán el pasado 1 de mayo.
IMPORTANTES CIUDADES FRONTERIZAS
Los talibanes capturaron anoche la ciudad de Islam Qala, fronteriza con Irán, y Turghundi, limítrofe con Turkmenistán, dijo a Efe el jefe de la Cámara de Comercio e Inversiones de Herat (ACCI), Younus Qazizada.
«Islam Qala fue capturada ayer a última hora de la tarde y Turghundi durante la noche», afirmó Qazizada.
La fuente señaló que los bienes de los comerciantes estaban a salvo y no fueron saqueados ni dañados, y agregó que la actividad aduanera se ha paralizado hasta que los talibanes permitan reanudar el trabajo.
Las dos urbes se encuentran entre las principales rutas de tránsito y aduanas de Afganistán y generan fuertes ingresos a las arcas del Gobierno afgano.
El portavoz talibán Zabihullah Mujahid también confirmó a Efe que «ambas zonas aduaneras» se encuentran bajo su control, y agregó que están trabajando para que «vuelvan a la normalidad y mañana reanudarán sus operaciones aduaneras».
Shahabuddin Delawar, líder de una delegación insurgente que visitó hoy Moscú, afirmó que mantendrán «abiertas y funcionales» todas las fronteras bajo control de la formación, según un comunicado.
EXPANSIÓN TERRITORIAL
Delawar se jactó durante una rueda de prensa de que la formación insurgente controla ahora «el 85 % del territorio de Afganistán».
Los talibanes controlan ya al menos 110 de los 407 distritos afganos, en una virulenta ofensiva que comenzó el pasado 1 de mayo, cuando Estados Unidos y la OTAN iniciaron el proceso de retirada de tropas internacionales tras dos décadas de conflicto.
Esta es la primera vez en dos décadas de guerra que los talibanes toman el control de tantos distritos en tan poco tiempo.
Los insurgentes se han centrado en capturar distritos y rutas comerciales, aunque el pasado miércoles invadieron temporalmente la ciudad de Qala-e-Naw, capital de la provincia occidental de Badghis.
El portavoz del Ministerio de Finanzas, Rafi Tabi, dijo que en los últimos dos meses, además de las dos aduanas clave en Herat, los talibanes también han capturado cuatro rutas de tránsito y otras zonas aduaneras de segundo y tercer grado en el país.
Tabi dijo que en los talibanes también han capturado cuatro rutas de tránsito fronterizas con Turkmenistán, Tayikistán y Pakistán, además de otras zonas aduaneras de segundo y tercer grado en el país.
En este sentido, Moscú ha alertado de un aumento de la tensión en la frontera entre Afganistán y Tayikistán, dos tercios de la cual se encuentran ahora bajo control de la formación insurgente.
RETIRADA DE ESTADOS UNIDOS
La expansión territorial de los talibanes en Afganistán tiene lugar mientras Estados Unidos y la OTAN concluyen la retirada final de sus tropas.
El presidente estadounidense, Joe Biden, afirmó el jueves que el repliegue será completado antes del próximo 31 de agosto frente a la fecha límite inicialmente prevista del 11 de septiembre, al tiempo que reconoció que los talibanes están más fuertes militarmente que nunca desde 2001.
La apresurada retirada ha dejado episodios como la salida, de noche y sin avisar a las autoridades afganas, de las tropas estadounidenses de la base aérea de Bagram, símbolo durante dos décadas de la presencia militar estadounidense en el país asiático.
Los talibanes afirmaron hoy en Moscú que siguen buscando una solución política al conflicto, un mensaje repetido por los insurgentes y una delegación del Gobierno afgano en Irán el pasado miércoles.
No obstante, las estancadas conversaciones intraafganas en Doha se encuentran en punto muerto durante los últimos seis meses y no han aportado resultados concretos como un alto de las hostilidades.