Colombo, 20 de mayo de 2022 (EFE) – El Gobierno de Sri Lanka nombró este viernes a nueve ministros, entre ellos los encargados de Comercio o Salud, en un intento de estabilizar su Gabinete en medio de la grave crisis económica, política y social que vive el país, que esta semana entró oficialmente en impago preventivo de su deuda exterior.
Después de la dimisión en masa de 26 ministros a principios del mes pasado fruto de las protestas por la situación económica en la isla, con escasez de alimentos, medicinas o combustible, los puestos habían permanecido vacantes, exceptuando algún corto nombramiento.
Los manifestantes reclamaban la dimisión del presidente del país, Gotabaya Rajapksa, y su hermano y primer ministro, Mahinda Rajapaksa, algo que se cumplió en parte el pasado 9 de mayo, cuando Mahinda dimitió en medio de una jornada de violencia con diez muertos y más de 300 heridos, provocada en parte por sus seguidores.
El siguiente avance se produjo el pasado jueves día 12 cuando fue nombrado como nuevo primer ministro Ranil Wickremesinghe, un opositor minoritario en el Parlamento pero que había ocupado el puesto ya en cinco ocasiones, y poco después se produjeron los nombramientos de cuatro ministros, como el de Exteriores o Energía.
Entre los nueve ministros nombrados hoy, uno de los que estará bajo una mayor presión será el de Comercio y Seguridad Alimentaria, Nalin Fernando, mientras siguen vacantes carteras tan importantes como Finanzas o Agricultura para hacer frente a la crisis.
«Estados Unidos ha pronosticado una escasez mundial de alimentos e identificó a Sri Lanka y Afganistán como dos países gravemente afectados», recordó Wickremesinghe anoche en un mensaje en sus redes sociales, al tiempo que lamentó que no dispondrán de tiempo suficiente para obtener fertilizantes para esta cosecha.
Una de las críticas principales al Gobierno del clan Rajapaksa fueron medidas unilaterales que empujaron al país a la actual crisis, como la decisión de vetar el uso de fertilizantes para tratar de tener una agricultura orgánica en la isla, algo que se demostró catastrófico por la falta de planificación.
«Insto sinceramente a todos a aceptar la gravedad de la situación en el país. Es esencial que todos los partidos se unan para nombrar una Asamblea Nacional de unidad para abordar de inmediato los problemas del país», afirmó el primer ministro.
Aruna Kulatunga, analista político y antiguo asesor del Gobierno, aseguró hoy a Efe que aún «es demasiado pronto para saber si este gabinete estará unido», al proceder de diferentes partidos e ideologías con el objetivo de generar consenso.
«Sin embargo, es interesante notar que la mayoría de los miembros de este gabinete han trabajado con el primer ministro Wickremesinghe en su larga carrera parlamentaria», remarcó.
IMPAGO DE DEUDA
Wickremesinghe también celebró hoy el anuncio del G7 de que ayudarán a Sri Lanka a aliviar la deuda: «El compromiso continuado de la comunidad internacional con Sri Lanka es clave para superar la crisis económica», tras reconocer en el Parlamento el miércoles que no contaban en sus arcas «ni con un millón de dólares».
Así, el país entró esta semana oficialmente en «impago preventivo» de su deuda, según confirmó ayer el gobernador del Banco Central de Sri Lanka (CBSL), P. Nandalal Weerasinghe, después de que se cumplieran los últimos 30 días de gracia que se habían dado el mes pasado para ciertos pagos.
Según datos del Ministerio de Finanzas, la deuda de Sri Lanka hasta finales de 2021 ascendía hasta el 102,8 % de su Producto Interior Bruto (PIB), con unos 54.000 millones de dólares de deuda, de los cuales 20.000 millones de dólares son de deuda extranjera.
Ante la necesidad de hacer frente a los pagos para reestructurar esa deuda, las autoridades de Sri Lanka se encuentran en conversaciones con organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI), del que esperan obtener un préstamo de 4.000 millones de dólares con el que poder abordar la crisis económica en curso.