Viena, 3 de enero de 2022 (EFE) – Las negociaciones multilaterales para salvar el acuerdo nuclear con Irán, que deberían limitar las actividades atómicas de la República Islámica, se reanudan este lunes en Viena tras un paréntesis de tres días durante las fiestas de fin de año.
La octava ronda de las conversaciones, en las que participan delegaciones de Irán, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania, así como Estados Unidos de forma indirecta (a través de intermediarios), se interrumpió el pasado jueves en un ambiente de cauteloso optimismo con respecto a un posible compromiso.
El negociador ruso, Mijail Ulianov, estimó entonces, en declaraciones a la prensa, que un acuerdo podría «alcanzarse en la primera quincena de febrero si no interfieren factores inesperados y lo estropean todo».
No obstante, admitió que aún falta llegar al consenso en asuntos difíciles.
«El problema es que nos enfrentamos a cuestiones muy complicadas. Lleva tiempo, estamos analizando temas como el levantamiento de las sanciones (de EE.UU. a Irán) y con cuestiones nucleares. No es fácil trabajar con total conformidad», dijo Ulianov.
Las primeras seis rondas de estas negociaciones tuvieron lugar entre abril y junio pasado, pero fueron interrumpidas tras la victoria electoral y la llegada al poder del nuevo presidente iraní, el ultraconservador Ebrahim Raisí.
El objetivo es restablecer el acuerdo conocido como JCPOA (por sus siglas en inglés) firmado en 2015 y que a cambio de levantar las sanciones contra Irán imponía una serie de limitaciones al programa nuclear de ese país con el fin de garantizar que no pueda fabricar armas atómicas.
En 2018 el entonces presidente estadounidense, Donald Trump (2017-2021) decidió retirar a Estados Unidos de ese pacto e imponer nuevas sanciones a Teherán, sobre todo contra el sector petrolero y financiero.
En respuesta, la República Islámica fue incumpliendo el acuerdo a partir de 2019, hasta tal punto que ahora está -según analistas y servicios de inteligencia- a pocas semanas o meses de poder hacerse con suficiente uranio enriquecido de alta pureza para fabricar una bomba atómica.
Según los negociadores reunidos en Viena, quedan solo «semanas y no meses» para alcanzar un acuerdo y restablecer así las reglas y los límites del JCPOA.