Redacción Internacional, 7 ene (EFE) – Buena parte de los niños europeos vuelven al colegio el próximo lunes y, aun con máximos de contagios por coronavirus, las dos premisas fundamentales en los países que afrontan este paso son la seguridad y la presencialidad, aunque también con la incertidumbre sobre cómo puede afectar la vuelta al personal docente.
La seguridad viene dada por los, en general, altos índices de vacunación entre la población infantil, que por ejemplo en el caso de Italia supera el 70% en la franja de 12 a 19 años; mientras la presencialidad se considera clave para seguir proporcionando una enseñanza de calidad.
En los países donde ya han comenzado las clases, como en el Reino Unido y Francia, lo que se ha instalado ya es el temor a que se produzca un gran número de bajas entre el personal docente.
Este temor se ha plasmado en ITALIA incluso antes de comenzar las clases: más de mil directores solicitaron educación online al menos durante dos semanas porque -dicen- no se dan las condiciones de seguridad para la vuelta a clase, petición rechazada por el Gobierno.
Según el diario Il Messaggero, unos 80,000 profesores y otros miembros del personal educativo se encuentran actualmente en aislamiento, por lo que el próximo lunes faltaría una media de 10 trabajadores por cada escuela, lo que de hecho obligará a reducir los horarios y en muchos casos a comenzar las clases online.
VUELTA A CLASE PERO RESPETANDO LAS MEDIAS SANITARIAS
Los alumnos de primaria y secundaria de BÉLGICA volverán el próximo lunes a la escuela. Habrá que respetar las medidas sanitarias: ventilación, mascarilla obligatoria a partir de los seis años, pruebas y cuarentenas cuando toque y evitar en lo posible que las clases se mezclen unas con otras en zonas cerradas.
En Grecia, donde también vuelven el lunes, el Gobierno ha defendido la vuelta al colegio a pesar de la explosión de casos con el argumento de que el entorno de las escuelas es más seguro.
Algunos virólogos, en cambio, se han pronunciado por aplazar la vuelta al cole al menos una semana, para observar primero la evolución posvacacional, sobre todo habida cuenta de que ya durante la primera semana del año los contagios aumentaron un 290 %.
En Suecia, los alumnos regresarán con medidas preventivas para reducir la transmisión de coronavirus pero sin tests masivos como en otros países vecinos. Además, las autoridades suecas descartan recomendar que alumnos y profesores se sometan a pruebas antes de la reapertura de los centros.
Las clases en Austria también son presenciales: pero habrá tres test de covid semanales para todos los alumnos y docentes, dos de ellos PCR.
El Gobierno austríaco ha pedido a todos los padres que sometan a sus hijos ya este domingo a una prueba PCR para llegar al colegio con un resultado negativo el lunes.
En Eslovaquia las autoridades han aconsejado a los padres que hagan test de antígenos a sus hijos antes del arranque del curso, y que prosigan con esos test dos veces por semana.
FRANCIA Y R.UNIDO: PRESENCIALIDAD Y TEMOR A LAS BAJAS
Las clases presenciales, que ya han comenzado esta semana, también son una prioridad en el Reino Unido, pese a que lo contagios diarios no bajan de los 200,000
«La educación presencial continúa siendo nuestra máxima prioridad ya que la evidencia muestra que (el aula) es el mejor lugar para la educación y el bienestar de los niños», afirmó una portavoz del Ministerio de Educación.
Pero el Ministerio de Educación prevé que en las próximas semanas se produzca un significativo repunte en el número de bajas de sus docentes por culpa de la variante ómicron.
El ministro británico de Educación, Nadhim Zahawi, recordó en el Parlamento que a finales del pasado trimestre las escuelas nacionales afrontaron un 8% de bajas de su personal y anticipó que «es probable que esto vaya a aumentar con los casos crecientes en los colegios y la vuelta de los más jóvenes a las aulas».
Desde el Gobierno se ha pedido en algunos casos a profesores jubilados y exdocentes que regresen de manera voluntaria a las aulas para cubrir bajas de compañeros enfermos.
Y en Francia, desde que este lunes se abrieran de nuevo las aulas se han detectado 47,453 casos positivos de alumnos y 5,631 entre el personal docente, según los datos facilitados por el Ministerio de Educación. Además, hay cerrados 28 centros escolares al completo y 9,202 clases confinadas por los contagios.
El ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, explicó que alrededor del 7% de los profesores están ausentes y estimó que ese porcentaje no debería superar el 15%.
El Consejo Científico que aconseja al Gobierno francés había calculado a finales de diciembre que, a causa de la rápida difusión del virus por la variante ómicron, podrían fallar al menos un tercio de los docentes.
Los responsables de Educación en ALEMANIA descartan renunciar a la enseñanza presencial a no ser que no quede otro remedio, en la semana en la que la mitad de los escolares del país ya regresa a las aulas tras el receso navideño.
Los recursos para la educación a distancia constituyen otro punto flaco de la estrategia del sistema educativo alemán para lidiar con la pandemia, puesto que desde su arranque los obstáculos burocráticos y la falta de coordinación han impedido que resulte funcional en la mayoría de los centros educativos.
Los sindicatos de enseñantes, por su parte, respaldan la postura de los ministros de Educación, pero con matices, y piden la elaboración de un plan de emergencia.
La presencialidad es la primera opción, «pero no a cualquier precio», declaró este miércoles la presidenta del sindicato Educación y Ciencia (GEW), Maike Finnern, al canal privado NTV.