El Cairo (EFE) – Después del esperado anuncio del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, del lanzamiento de una operación militar contra el norte de Siria, se abren las incógnitas de cómo actuarán los diferentes actores en un terreno que se ha convertido en todo un avispero.
Pero, ¿quiénes son esos países que participan en esta ofensiva bautizada por Erdogan como «Fuente de Paz», la tercera de Ankara desde 2016 contra el norte de Siria?
KURDOSIRIOS
La presencia de las autoridades kurdas en el país se concentra en el norte y este de Siria y se fue ampliando mientras las tropas de Damasco, su enemigo histórico, fueron abandonando esas áreas durante la guerra que comenzó en 2011.
Los kurdos forman parte de una minoría que ha sido perseguida durante décadas por el partido gobernante sirio Baaz y fueron los encargados, bajo el brazo militar de las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), de llevar a cabo una operación militar contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI) al este del río Éufrates.
Las FSD, una alianza liderada por kurdos, se convirtieron en el principal aliado de Estados Unidos en su lucha contra el grupo extremista, que culminó el pasado 23 de marzo con la derrota territorial de la organización en Al Baguz, el que fue su último feudo en la provincia de Deir al Zur, fronteriza con Irak.
Los kurdosirios aspiran a una región con autonomía y controlan alrededor de un 30 por ciento del país, donde árabes y asirios conviven con sus propios consejos locales en los diferentes cantones repartido en un territorio que denominan Royava.
TURQUÍA
Turquía ha lanzado hoy su tercera operación contra el norte de Siria desde 2016 en contra de las milicias kurdosirias, a las que considera «terroristas» por sus vínculos con el proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda activa en Turquía.
El principal motivo de esta incursión en Siria es el establecimiento de la llamada por Ankara «zona segura» (o «mecanismo de seguridad» para los kurdos) de 32 kilómetros de ancho y 480 kilómetros de largo, a lo largo de la frontera y cuyo control quiere que sea exclusivamente suyo.
En esta franja fronteriza quiere reasentar a 2 millones de refugiados sirios de los 3,6 que actualmente acoge después de que estos huyeran de la guerra en su país, aunque Erdogan aspira a ampliar mucho más de esa zona.
En esta operación participan además diferentes facciones rebeldes sirias, contrarias al Gobierno del presidente sirio, Bachar al Asad, que ya se han mostrado a favor de unirse a esta campaña y han llamado a los miembros de las FSD a que deserten y dejen las armas.
El resto del norte de Siria, desde el Éufrates hasta el Mediterráneo, ya está bajo control de tropas turcas, tras la operación «Escudo del Éufrates» al norte de Alepo en 2016, y «Rama de olivo», en el enclave kurdo de Afrín, en 2018.
ESTADOS UNIDOS, IRÁN, RUSIA Y ESTADO ISLÁMICO
Estados Unidos ha sido hasta ahora el principal aliado de los kurdosirios, aunque después del anuncio que hizo el pasado 6 de octubre el presidente estadounidense, Donald Trump, de retirarse de la zona fronteriza para no verse involucrado en la ofensiva turca, los kurdos han visto este movimiento como una traición.
De hecho, desde 2018 Trump ha ido anunciando la retirada de sus tropas en el noreste de Siria con el objetivo de ir poniendo fin a sus operaciones en Oriente Medio, como ha dejado claro en comentarios en su cuenta de Twitter.
Washington ha anunciado que solo 50 soldados se han retirado de la franja fronteriza, aunque no ha mencionado a los demás que se encuentran en suelo sirio en el marco de la coalición internacional que lucha contra el EI.
De hecho, los analistas han afirmado que una posible retirada de Estados Unidos del territorio sirio podría causar un resurgimiento allí del EI, que ya fue derrotado el pasado 23 de marzo.
Otros actores en este escenario son Rusia e Irán, principales rivales de Estados Unidos y aliados de Damasco, que podrían aprovechar esta situación para que con su ayuda las tropas gubernamentales sirias avancen en la ofensiva que tienen abierta en la región de Idlib, en el noroeste de Siria, donde Turquía tiene unidades estacionadas.