Bangkok, 17 de agosto de 2021 (EFE) – La Policía de Tailandia y manifestantes se enfrentaron este martes por tercer día consecutivo en Bangkok, con disparos con cañones de agua contra cientos de personas, después de que las protestas de la víspera terminaran con un joven en coma por un tiro en la cabeza.
Los manifestantes salieron por séptima vez en once días a las calles centrales de la capital tailandesa para exigir la dimisión del primer ministro, Prayut Chan-Ocha, en un momento de malestar por la gestión de la pandemia de covid-19, que hoy se cobró 239 vidas, la cifra más alta en un solo día hasta el momento.
Protegidos con escudos antidisturbios, los agentes trataron de disuadir a los manifestantes, que también protestaron por la supuesta violencia policial que ayer dejó en coma a un joven, aunque la Policía niega haber utilizado munición real.
El herido, de unos 20 años, fue hospitalizado anoche y tiene una bala alojada cerca del cerebro, según apuntó hoy en un comunicado el hospital Rajavithi.
Al menos otra persona resultó también herida, un joven de 14 años con un disparo en el hombro, durante los enfrentamientos registrados el lunes entre la Policía y un grupo de jóvenes manifestantes.
Las autoridades tailandesas aseguran que solo utilizaron botes de gas lacrimógeno y balas de goma contra las protestas en torno a una comisaría del centro de la capital, y que han abierto una investigación sobre los incidentes.
En los últimos días, las protestas que exigen la dimisión del primer ministro de Tailandia, Prayut Chan-Ocha, se han tornado más violentas y en ocasiones los manifestantes han prendido fuego a vehículos o pequeños puestos policiales.
Las manifestaciones han cobrado nuevo impulso con las criticas a la gestión del Gobierno contra el actual rebrote del covid-19, la peor ola que registra el país desde el inicio de la pandemia.
Tailandia registró este lunes 239 muertes, su número más alto de decesos en un día, y más de 20.000 nuevos infectados, lo que eleva el total a 7,973 fallecidos y 948,442 infectados desde el inicio de la pandemia, la gran mayoría de ellos desde el rebrote de abril.
Además de la dimisión de Prayut, el general que lideró el golpe de Estado de 2014 y se impuso en las controvertidas elecciones de 2019, algunas de las agrupaciones convocantes piden una profunda reforma democrática del país que llega hasta a la monarquía, con fuertes vínculos con el Ejército y un rol clave en la política tailandesa.