Por Marcos Pérez Ramírez
Especial para EyBoricua.com
(San Juan, 11 de mayo, 2022)- Desde que El Salvador se convirtió en el primer país del mundo en el que bitcóin es una divisa legal de intercambio financiero a partir de septiembre de 2021, la iniciativa enfrenta a una acogida mínima de parte de la población, a pesar de los esfuerzos del gobierno salvadoreño, según un estudio del think tank económico National Bureau of Economic Research, con sede en Cambridge, Massachussets.
Según el working paper de la autoría de los docentes y economistas Fernándo E. Álvarez, profesor de la Universidad de Chicago; David Argente, profesor de Penn State University y Diana Van Patten, profesora de Yale University, su análisis demuestra que el uso cotidiano de bitcóin se reduce a un pequeño sector de la población: varones jóvenes que ya sabían cómo utilizar un sistema bancario.
Incluso, a pesar de que el gobierno salvadoreño ofreció una serie de incentivos para las personas que descargaran Chivo Wallet, como un bono de inscripción de $30.00, descuentos para la compra de gasolina, transacciones libres de costo, o promocionarlo como una herramienta para hacer pagos sin contacto durante la pandemia de COVID-19, menos del 60% de los ciudadanos descargaron la aplicación en la que se pueden hacer transacciones en dólares y bitcóin, a pesar de que la mayoría de la población cuenta con teléfono celular con acceso a internet.
Asimismo, solo un 20% siguió utilizando la aplicación tras haber gastado su bono de inscripción; un efímero 5% de los ciudadanos pagó sus impuestos con bitcóin y -a pesar de ser una divisa de curso legal- solo el 20% de las empresas, en su mayoría grandes, acepta la moneda digital, y un escaso 11.4% reportó ventas positivas.
Durante el primer cuatrimestre del 2022, el estudio también apunta a que Chivo Wallet apenas cuenta con subscriptores nuevos y que la proporción de remesas en bitcóin está en su punto más bajo desde el lanzamiento de la aplicación.
En riesgo de ‘default‘
De otra parte, un análisis del diario español El País consigna que, “los precios de la deuda soberana de El Salvador colapsaron en abril, hundiéndose en un 15.1% hasta mínimos históricos. El desplome se dio en el contexto de la campaña de su presidente, Nayib Bukele, por implementar un sistema económico basado en criptomoneda y su fracaso para posicionar en el mercado bonos en bitcóin por valor de 1,000 millones de dólares”.
El diario informa que los acreedores de El Salvador temen que esta situación, sumada a sus empantanadas negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), impida al país cumplir con el pago de un bono de 800 millones de dólares que vence a principios del 2023.
Durante el mes de febrero pasado, la agencia de calificación crediticia Fitch Ratings bajó las notas de El Salvador a CCC, una posición por encima del grado de especulación, al tiempo que alertaba de una mayor dependencia de la deuda a corto plazo, fuentes de financiación limitadas y una deuda pública que debe de alcanzar el 87% del Producto Interno Bruto (PIB) del País en 2022.
“El debilitamiento de las instituciones y la concentración de poder en la presidencia han aumentado la imprevisibilidad de las políticas adoptadas y la adopción de bitcóin como divisa legal revirtió de incertidumbre a un potencial acuerdo con el FMI que desbloquearía el financiamiento del país para los años 2022-2023”, consigna el comentario que publicó la agencia de calificación crediticia sobre su determinación.