Buenos Aires (EFE) – Mientras avanza la cuenta atrás hacia el 10 de diciembre, los dos protagonistas de la transición en Argentina vivieron este miércoles realidades muy diferentes: Javier Milei reunió por primera vez a su gabinete y despejó la duda sobre la dirigencia del Banco Central y Alberto Fernández dijo adiós a la Casa Rosada.
De manera simultánea, van conociéndose los detalles sobre la jornada dominical en la que el líder de La Libertad Avanza (ultraderecha), ganador de la segunda vuelta electoral sobre el oficialista Sergio Massa, se convertirá en el próximo presidente de Argentina, sucediendo al peronista Fernández, y que tendrá un indudable sabor norteamericano.
A primera hora de este miércoles, el presidente electo se reunió por primera vez con los integrantes de su gabinete al completo, a los que sumó a quien será el próximo presidente del Banco Central, Santiago Bausili.
El gabinete ‘electo’
Según informó la Oficina del Presidente Electo, el economista libertario mantuvo un encuentro con los ocho ministros de su Ejecutivo, además de su jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y su portavoz, Manuel Adorni.
A la reunión acudieron Guillermo Francos, designado ministro del Interior, Luis Caputo (Economía), Guillermo Ferraro (Infraestructura), Diana Mondino (Relaciones Exteriores), Mariano Cúneo Libarona (Justicia), Patricia Bullrich (Seguridad), Luis Petri (Defensa) y Sandra Pettovello (Capital Humano).
El nombre de Bausili, hombre de confianza del futuro ministro de Economía, con quien ya coincidió en su etapa en el Ejecutivo de Mauricio Macri (2015-2019), era uno de los más esperados de las últimas jornadas, después de la promesa de campaña de Milei de que cerraría el Banco Central e, incluso, había adelantado el nombre de Emilio Ocampo para llevar a cabo esa tarea.
No obstante, en los primeros movimientos del ya presidente electo, tras su victoria en el balotaje del 19 de noviembre, se descartó que Ocampo asumiera ese rol y la plaza quedó vacante hasta la confirmación de este miércoles.
También se confirmó el nombramiento de Daniel Tillard y Darío Wasserman como presidente y vicepresidente, respectivamente, del estatal Banco de la Nación Argentina (BNA), por lo que cada vez quedan menos huecos vacíos en el organigrama del próximo Ejecutivo.
Adiós a la Rosada
Mientras, en la Casa Rosada, el presidente saliente, Alberto Fernández, decía adiós a los trabajadores y periodistas que cubren la sede del Gobierno, ya que este jueves viajará a Brasil para participar en la Cumbre del Mercosur que hoy comenzó en Río de Janeiro.
El mandatario llegó al encuentro comentando que «quizá» era su «último día» y aseveró que se va «con la tranquilidad de haber puesto todo lo que había que poner en este tiempo, para ayudar a este país».
Frente a las acusaciones de corrupción que han golpeado al peronismo, el presidente señaló: «Me voy con la conciencia tranquila por la misma puerta por la que entré, con el mismo auto con el que entré y me voy a la misma casa de la que salí».
En su alocución evitó citar a Javier Milei y sí lo mencionó como «el que me sucede».
Fernández ofrecerá un mensaje en cadena nacional este sábado para despedirse de la ciudadanía y el domingo participará en el acto oficial de investidura de su sucesor, al que entregará el bastón y la banda presidenciales en el Congreso de la Nación.
Una ceremonia ‘a la americana’
Consciente de que el contacto con la gente y un mensaje directo fueron dos de las armas que le llevaron a ganar las elecciones, Milei no quiere dar el habitual discurso ante la Asamblea Legislativa en el interior del Congreso de la Nación y sí en las escalinatas ante la plaza abierta al público.
Para ello, convocó a la ciudadanía con un mensaje en sus redes llamando a llevar una bandera argentina a la delantera del edificio legislativo para acompañarle en ese momento histórico.
Pese al hermetismo con que se está manejando la transición a nivel de comunicación y a ciertas confusiones con los horarios, lo que parece claro es que Milei prestará juramento en el interior del Congreso y recibirá los atributos presidenciales en torno al mediodía y, posteriormente, dirigirá su mensaje a la nación.
Después, se desplazará en un vehículo descubierto hasta la Plaza de Mayo, donde se encuentran tres de los edificios más emblemáticos de Buenos Aires: el Cabildo, la Catedral y el que será su destino, la Casa Rosada.
En su interior saludará a los representantes internacionales y tomará juramento a sus ministros. El día concluirá con una ópera en el Teatro Colón, sin cena de gala para los invitados como muestra de su política de ahorro en el gasto público.