Washington. (EFE) – El exvicepresidente de Estados Unidos y probable candidato a la nominación republicana para las elecciones presidenciales de 2024 Mike Pence se refirió este jueves a la imputación del exmandatario Donald Trump (2017-2021) por un gran jurado de Nueva York como una «persecución política».
En una entrevista en la cadena CNN, Pence, vicepresidente en la Administración de Trump, aseguró que «la idea de que un expresidente sea imputado por primera vez en la historia de Estados Unidos por un caso de financiación en campaña huele a persecución política».
«Creo que la gran mayoría del pueblo estadounidense lo verá así», añadió.
Trump fue imputado este jueves por parte de un gran jurado por el pago para silenciar a la actriz porno Stormy Daniels durante su campaña presidencial de 2016.
Según CNN, el exmandatario se enfrenta a más de 30 cargos relacionados con el fraude comercial y podría comparecer ante un juzgado tan pronto como el martes.
Pence dejó claro que piensa que no hay «nadie por encima de la ley», pero que este caso en particular «solo servirá para dividir más el país».
La imputación de Trump ha generado un aluvión de críticas por parte de muchos cargos del Partido Republicano, incluido el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, quien ha sugerido que utilizará el poder de ese órgano para «pedir cuentas» al fiscal responsable del caso, Alvin Bragg.
Muchas de las críticas se han centrado en el fiscal, que pertenece al Partido Demócrata. El propio Pence aseguró que Bragg «hizo campaña» con la promesa de imputar a Trump.
Del lado demócrata, la que fuera presidenta de la Cámara de Representantes antes de McCarthy, Nancy Pelosi, aseguró en Twitter que espera que «el expresidente respete el sistema de forma pacífica», y recordó que «nadie está por encima de la ley».
El presidente del Senado, Chuck Schumer, se mostró más cauto que sus compañeros republicanos y pidió que se evite la interferencia política o la intimidación en el caso. Schumer aseguró que el exmandatario republicano está sujeto «a las mismas leyes que cualquier estadounidense», según un comunicado de su oficina.
Quien no se ha pronunciado de momento a la noticia es el líder de los conservadores en el Senado, Mitch McConnell, principal figura de la oposición a Trump dentro del Partido Republicano y frecuente objeto de críticas del expresidente.