Nueva York, 29 nov (EFE) – El juicio contra Ghislaine Maxwell, la considerada «mano derecha» del fallecido millonario Jeffrey Epstein, comenzó este lunes en un tribunal de Nueva York, una jornada en la que la Fiscalía la describió como «una mujer peligrosa que engañó a niñas» para que el magnate «abusara sexualmente de ellas».
La acusada, una británica de 59 años con tres pasaportes diferentes y que está en prisión preventiva desde julio de 2020, apareció vestida con un jersey blanco y se mostró activa durante toda la sesión, hablando con sus abogados, tomando notas y consultando pliegos de papel.
En la vista de hoy, la Fiscalía aseguró que entre 1994 y 2004, Maxwell «explotó sexualmente a chicas jóvenes a las que manipuló» para entregarlas a Epstein y anunció que presentará a cuatro testigos de los hechos.
La defensora de Maxwell, Bobbi Sternheim, dijo que esas cuatro testigos «actúan por dinero para cobrar millones del fondo creado para las víctimas de Epstein».
«Su recuerdo de los hechos es lejano, ha sido manipulado y no puede ser corroborado por otros testigos o pruebas», aseveró .
Para la letrada, Maxwell no es sino «el chivo expiatorio que está siendo jugada en lugar de Epstein», quien apareció muerto en una celda neoyorquina en agosto de 2019 antes de que arrancara su juicio por tráfico sexual de menores.
El caso ha recibido enorme atención mediática porque varias importantes figuras del mundo de la política y el espectáculo han sido relacionados con Epstein, entre ellas el príncipe Andrés de Inglaterra -actualmente acusado en otro caso en Nueva York por una de las supuestas víctimas del empresario- y el expresidente Bill Clinton.
No hay duda que a él lo callaron