Del total de los casos, 37% fueron realizados en territorios indígenas
São Paulo (EFE) – En Brasil se registraron 182 casos de contaminación por agrotóxicos en el primer semestre de 2024, lo que representa un aumento de casi diez veces más con respecto al mismo periodo del año pasado, según un informe de la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT) difundido este lunes.
El documento, que recopila datos sobre casos de violencia relacionados al ámbito rural, destaca que en los primeros seis meses de 2023 se tiene constancia de 19 casos de contaminación por pesticidas, por lo que estos nuevos datos representan un aumento «alarmante» que supera el 950%.
156 de los casos se produjeron en el estado de Maranhão, una zona rural ubicada en el noreste del país, donde las comunidades «están sufriendo graves consecuencias por las fumigaciones aéreas con veneno», según la CPT, vinculada al episcopado brasileño.
En Maranhão esta práctica aún no está prohibida a nivel estatal, aunque grupos de la sociedad civil llevan adelante una campaña para la creación de un proyecto de ley contra la «pulverización aérea de agrotóxicos».
Actualmente, una instrucción del Ministerio de Agricultura brasileño prohíbe la aplicación de plaguicidas en zonas a una distancia mínima de 500 metros de asentamientos, ciudades, pueblos, barrios y fuentes de agua que abastecen a la población.
Maranhão además es uno de los estados que más sufrió deforestación ilegal en el período analizado, con 14 casos registrados, solo por detrás de Amazonas, con 19 ocurrencias y Pará, con 17, según el informe.
Del total de los casos, 37% fueron realizados en territorios indígenas.
El área deforestada en Maranhão aumentó en un 85% entre 2019 y 2022, según el último informe de la ONG brasileña InfoAmazonia.
Una de las cuestiones positivas remarcadas por el informe está relacionada a la identificación de los agentes que causan incendios criminales.
De los 20 casos registrados en el primer semestre del año, el 85% de las causas fueron identificadas.
El semestre también marcó una leve mejora con respecto a la cantidad de víctimas por hechos de violencia en el campo, con 1,056 ocurrencias contra 1,127 del año anterior, la mayoría relacionadas a los conflictos por la tierra.
Estos datos recopilados serán incluidos en el informe anual difundido por la Comisión en abril del 2025.