Madrid, 7 feb (EFE) – Casi la mitad de las enfermeras españolas (46.4%) han pensado en algún momento dejar su profesión por el agotamiento físico y mental sufrido durante la pandemia y un tercio no volvería a elegir los mismos estudios, según la mayor encuesta realizada hasta la fecha en España en este sector.
El sondeo fue elaborado entre el 25 de enero y el 1 de febrero pasado por el Consejo General de Enfermería (CGE) y contó con la participación de 19,300 enfermeras, la mayoría (60%) con 16 o más años de experiencia y del sector público (85%).
Los resultados de la encuesta, que fueron presentados este lunes, arrojan que el 67.5% de estos profesionales ha padecido ansiedad; el 88.5% estrés, un 33% depresión y un 58% temor y miedo, unos datos «impactantes y preocupantes» que muestran una afectación muy superior a la del resto de la población y su «penosidad laboral», explicó en rueda de prensa el presidente del CGE, Florentino Pérez.
Cerca de la mitad de los profesionales (un 48%) ha padecido la covid-19 y, de todos ellos, un 14.5% ha estado contagiado ya dos o más veces. Su incidencia supera ampliamente a la de la población general, situada en torno a un 21%, según el estudio.
En conjunto, la encuesta destaca que más del 84% de las enfermeras españolas han estado afectadas a nivel emocional y de salud mental por culpa de la crisis sanitaria del coronavirus, en especial las que trabajan en las ucis -donde hay un índice de mortalidad mucho más elevado que en otras áreas-, seguido de las de urgencias y atención primaria.
Además, el 28.4% de las encuestadas afirma que no volvería a matricularse en esta carrera, un porcentaje que alcanza el 30% en el caso de aquellas profesionales que desarrollan su labor en hospitales y ucis.
Según el presidente del CGE, el estudio ofrece una radiografía de la profesión que refleja una realidad «muy cruda», y contribuye a ello la falta de reconocimiento social.
«Las enfermeras han pasado del reconocimiento a un total olvido. Estamos en una situación insostenible y está provocando algo impensable por el carácter vocacional de la profesión: el abandono», subrayó Pérez.