Santo Domingo (EFE) – La frontera con Haití está en calma tres días después de su cierre, afirmó este domingo el ministro dominicano de Defensa, Carlos Luciano Díaz, al recorrer la zona limítrofe de Dajabón.
«La frontera está tranquila, se están cumpliendo a cabalidad las instrucciones del presidente» dominicano, Luis Abinader, que decretó el cierre total de las franjas divisorias -marítima, terrestre y aérea- con Haití desde el pasado viernes, en represalia a la construcción de un canal de riego en el río Masacre, que comparten ambas naciones.
Durante su recorrido por Dabajón, en el noroeste de República Dominicana, en compañía de altos mandos militares, el titular de Defensa garantizó la seguridad en la zona.
«Es de mucho interés del presidente de la República que el país esté seguro», dijo Díaz, quien estuvo, entre otros puntos de la línea fronteriza, en el lugar «donde se está construyendo el canal porque tenemos unos equipos especiales ahí», explicó a la prensa.
El cierre fronterizo dispuesto por Abinader, que se mantendrá según el presidente «el tiempo que sea necesario para que esa acción, esa provocación, sea eliminada», ha supuesto el refuerzo militar de todos los puntos limítrofes, así como la suspensión del mercado binacional que se celebra habitualmente los lunes y los viernes en Dajabón, con el consecuente perjuicio para comerciantes y productores de la zona de ambas partes.
Además del cierre, se han adoptado otras medidas como la suspensión definitiva de entrada de «todos los involucrados en el conflicto», la paralización de la emisión de visados a ciudadanos haitianos hasta nuevo aviso, la reactivación de un canal que no funciona desde 2007-2008 para garantizar el suministro de agua a productores y agricultores dominicanos y el inicio del proceso de construcción de una presa como salida a largo plazo.
Junto al comercio, República Dominicana también mantiene suspendidas desde el viernes todas las operaciones aéreas de carga y pasajeros desde y hacia Haití.