Copenhague (EFE) – La empresaria Halla Tómasdóttir será la nueva presidenta de Islandia tras derrotar por casi cinco puntos a la que originalmente partía como favorita de las encuestas, la exprimera ministra Katrín Jakobsdóttir, con el 100% del voto escrutado.
Según los datos de la cadena pública RÚV, Tómasdóttir se hizo en los comicios de este sábado con el 34.3% de los apoyos, mientras que Jakobsdóttir se quedó en el 25.2% y la tercera candidata con posibilidades, Halla Hrund Logadóttir, en el 15.5%.
Según cálculos preliminares la participación superó el 75% de un censo en el que constan aproximadamente 267,000 votantes, de los 380,000 habitantes totales de la isla.
Está previsto que la vencedora -que ya había concurrido a las elecciones presidenciales de 2016 y quedado segunda por detrás del actual presidente en ejercicio, Gudni Jóhannesson- comparezca ante la prensa a las 16:00 hora local.
Al conocerse los primeros resultados, todavía de madrugada, la ecologista Jakobsdóttir, que dimitió de su puesto de primera ministra en abril para presentarse a las presidenciales, admitió la derrota y deseó suerte a Tómasdóttir.
El papel del presidente es simbólico en Islandia, aunque tiene la potestad de vetar leyes y de convocar un referéndum en determinadas situaciones.
Durante la campaña, Tómasdóttir ha manifestado su intención de que Islandia se convierta en un «modelo de soluciones sostenibles y ecológicas» y ha abogado por «igualdad para todos y un contrato social basado en la justicia, la paz y la inclusión».
Tómasdóttir es la directora ejecutiva del colectivo global de empresarios The B Team, con el objetivo declarado de crear nuevas formas de liderazgo corporativo y cambiar las prácticas empresariales en pos de una sociedad mejor.
La empresaria, de 56 años, se convertirá en la segunda mujer presidenta de Islandia después de Vigdís Finnbogadóttir (1980-1996).
Un total de 12 candidatos concurrían a estos comicios, entre ellos Halla Hrund Logadóttir, presidenta de la Agencia Nacional de Energía, el cómico y exalcalde de Reikiavik Jón Gnarr, y el politólogo Baldur Thorhallsson.