Washington, 5 feb (EFE).- Mientras en Iowa se siguen calculando los resultados de los caóticos caucus de este lunes, los aspirantes demócratas se encuentran ya en Nuevo Hampshire, con Bernie Sanders y Pete Buttigieg al frente, donde la próxima semana se celebrará la segunda parada de la contienda electoral.
«En Iowa siguen contando los votos, espero los puedan concluir en los próximos años», ironizó Bernie Sanders en un acto de campaña en Concord, la capital del estado de Nuevo Hampshire, en el noreste de EE.UU.
Por ahora, y a medida que se van conociendo con cuentagotas los resultados de Iowa, cuyo retraso se debió a un error informático en el sistema de transmisión de datos, el exalcalde Buttigieg y el senador Sanders siguen a la cabeza del recuento.
Con la última actualización de este miércoles, y el 75% de las circunscripciones escrutadas, el resultado parcial de los caucus (primarias) en Iowa es liderado por Buttigieg, quien acumula el 26.9% de los delegados que se repartirán proporcionalmente; seguido de Sanders, con el 25.2%, pero sin que aún pueda darse un ganador definitivo.
A continuación, la senadora Elizabeth Warren, con el 18.2%; el ex vicepresidente Joe Biden, con el 15.6%, y la senadora Amy Klobuchar, con el 12.5%.
Pese al resultado oficioso, el destacado papel de Buttigieg y Sanders quedó en evidencia cuando el considerado gran perdedor en Iowa, el exvicepresidente Joe Biden, quien es considerado el favorito para llevarse la nominación, cargó este miércoles duramente contra ambos.
«Si el senador Sanders es el nominado del partido, todo demócrata en EE.UU. arriba o abajo de la papeleta, en distritos fáciles o competidos, tendrá que cargar la etiqueta que él ha escogido para sí mismo. No lo critico. Se llama a sí mismo un socialista demócrata», apuntó.
Por su parte, Biden criticó la falta de experiencia de Buttigieg al asegurar que es un «riesgo» nominar a alguien cuyo «mayor cargo público» ha sido el de ser «alcalde de una ciudad de 100,000 personas en Indiana».
Sin apenas descanso, los aspirantes se dedicaron ya por completo a Nuevo Hampshire, otro pequeño estado de apenas 1.3 millones de habitantes, esta vez ubicado en el noreste de EE.UU. y con un perfil más progresista.
En esta segunda etapa de la prolongada carrera electoral, será la primera vez que los votantes se vean con las urnas, frente al peculiar y tradicional sistema de «caucus» de Iowa, unas asambleas colectivas en las que se escoge a los aspirante mediante el debate.
En 2016, en las primarias de Nuevo Hampshire, Sanders se impuso a Hillary Clinton.
Según la ponderación de encuestas que realiza diariamente el portal político Real Clear Politics, Sanders lidera en este estado con un 25.6% la intención de voto, seguido de Biden, con un 17.6%; Buttigieg, con un 14.1%; Warren, 13.7 %, y Klobuchar, un 7.2%.
Iowa, un estado rural con apenas 3 millones de habitantes, concentra cada cuatro años la atención tanto dentro como fuera del país, ya que es el primer asalto en la contienda electoral de EE.UU.
Por ello, lo que se presuponía como el simbólico pistoletazo de salida para escoger al nominado demócrata se ha convertido paradójicamente en munición y motivo de burla por parte de los republicanos, el primero el presidente Donald Trump.
«Los «caucus» demócratas son un desastre total. Nada funciona, tal y como gestionan el país», dijo Trump en su cuenta de Twitter este martes.