Washington, 15 nov (EFE) – Una jueza de Estados Unidos ordenó este lunes la liberación del ultraderechista Steve Bannon, aliado del expresidente estadounidense Donald Trump (2017-2021), horas después de que se hubiera entregado al FBI, aunque le retiró el pasaporte para evitar que se fugue del país.
Bannon, de 67 años, se había entregado al FBI porque el viernes fue imputado de dos cargos de desacato al Congreso por no haber respondido a unas peticiones para testificar y por no entregar unos documentos al comité legislativo que investiga el asalto al Capitolio del 6 de enero.
A la salida de la corte, en la capital de EE.UU., Bannon se mostró desafiante y con el dedo en alto a modo de advertencia proclamó: «¡Esta vez se han metido con el tipo equivocado».
Acusó al presidente estadounidense, Joe Biden, al fiscal general Merrick Garland, y a la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, de estar violando su libertad de expresión y, en varias ocasiones, repitió: «Ahora vamos a ir a la ofensiva, ya verán».
Preguntado por los periodistas por el significado de sus amenazas, el abogado de Bannon explicó que van a ir a la «ofensiva» porque defenderán «afirmativamente» sus derechos en las cortes.
Bannon, que fue el arquitecto de la campaña electoral de Trump en 2016, también se mostró combativo con la prensa cuando se acercó a entregarse a primera hora del día a las oficinas del FBI en Washington.
En ese momento, antes de entrar, declaró que su objetivo es «derribar el régimen de Biden».
Después de entregarse al FBI, Bannon pasó unas horas en custodia federal y compareció ante la jueza Robin Meriweather de la Corte del Distrito de Columbia.
En la vista, la Fiscalía no pidió prisión preventiva para Bannon y la magistrada decidió ponerle en libertad a la espera de juicio con las condiciones comunes en estos casos: retirada de pasaporte para evitar la fuga de EE.UU. y la condición de que notifique con anterioridad a las autoridades judiciales de cualquier viaje dentro del país.
Además, si quiere viajar fuera de EE.UU., debería recibir la aprobación de un juez y solo entonces se le devolverá el pasaporte.
La próxima comparecencia judicial de Bannon será el próximo jueves a las 11.00 hora local (16.00 GMT), pero será de manera virtual por petición de sus abogados.
Esa comparecencia será ante el juez del Distrito de Columbia, Carl J. Nichols, que fue nombrado por Trump.
Cada uno de los cargos que se le imputan a Bannon acarrea una pena de entre 30 días y un año de prisión, así como una multa de entre 1.000 y 100.000 dólares.
La imputación formal de Bannon se produjo el pasado viernes después de que el 21 de octubre la Cámara de Representantes de EE.UU. declarara en desacato al ultraderechista por negarse a comparecer ante el comité que investiga el ataque al Capitolio.
El comité quería que Bannon testificara porque cree que tenía algún conocimiento previo sobre lo que iba a ocurrir ese 6 de enero, cuando el Congreso tenía previsto certificar la victoria electoral de Biden y Trump había convocado una protesta cerca de la Casa Blanca.
Ese día, unas 10.000 personas -la mayoría simpatizantes de Trump- marcharon hacia el Capitolio y unas 800 irrumpieron dentro del edificio para impedir que se ratificara la victoria de Biden.
Cinco personas murieron y cerca de 140 agentes fueron agredidos por manifestantes partidarios de Trump.