Jerusalén (EFE) – Las autoridades israelíes guardan un silencio casi absoluto tras el presunto ataque aéreo a la localidad iraní de Isfahán, muy cerca de la mayor central nuclear de Irán, la de Natanz.
El único que se ha pronunciado ha sido el ministro israelí de Seguridad Nacional, el ultraderechista y colono Itamar Ben Gvir, que en redes sociales ha publicado una única palabra: «¡Espantapájaros!», que en argot hebreo signfica «débil».
Su mensaje hacía referencia a una publicación anterior en la que pedía que la respuesta israelí al ataque de Irán con más de 300 drones y misiles del pasado sábado no fuera un «espantapájaros».
El líder de la oposición israelí, Yair Lapid, se refirió al mensaje de Ben Gvir como «imperdonable», y dijo en la red social X que el ultraderechista ha logrado «burlarse y avergonzar a Israel desde Teherán hasta Washington».
Normalidad en Irán
Mientras, Irán vive un día de aparente normalidad después del ataque de anoche, que no provocó daños en la provincia central de Isfahán.
Tras una alarma inicial que llevó al cierre de cuatro aeropuertos que más tarde reanudaron sus operaciones, la situación ha vuelto a la normalidad y la vida transcurre como cualquier otro viernes, día festivo en Irán.
El Ejército iraní ha dado a entender que no planea responder al nuevo ataque de Israel, mientras los medios estatales se esfuerzan en subrayar la aparente tranquilidad con la emisión de imágenes festivas y turísticas.
Según el diario israelí The Jerusalem Post, que cita fuentes anónimas, la ofensiva buscaba mandar la señal de que Israel no quiere una guerra regional, pero que aun así tiene la capacidad de atacar las instalaciones nucleares iraníes, si así lo decide.
Más de 34,000 muertos en Gaza
Al mismo tiempo, la ofensiva israelí en la Franja de Gaza continúa, y los muertos en el enclave palestino ya superan los 34,000 desde que comenzó la guerra entre Israel y el grupo islamista palestino Hamás, el pasado 7 de octubre.
Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás, 42 personas murieron y 63 resultaron heridas en ataques israelíes en las últimas 24 horas, lo que lleva el total de fallecidos a 34,012 y el de heridos a 76,833.
El Ejército israelí aseguró, además, que en las últimas 24 horas ha matado a dos supuestos combatientes en un ataque aéreo en el centro de la Franja, mientras que cazas militares «atacaron y destruyeron aproximadamente 25 objetivos» entre los que citaron «instalaciones militares, puestos de observación, puestos de lanzamiento y otras infraestructuras militares».
También dijo que golpearon el lugar del lanzamiento de un cohete desde Gaza, en la zona de Beit Lahia, que al parecer iba dirigido a la ciudad israelí de Ashkelon.
Según un comunicado militar, el proyectil cayó en una zona despoblada y la artillería disparó contra el lugar de lanzamiento, mientras que aviones de combato atacaron un almacén de armas en la zona.
El Ejército israelí anunció ayer que había ampliado su «control operacional» sobre el denominado corredor Nari, una carretera que divide la parte septentrional de la Franja de Gaza de la parte meridional, tras tres meses de combates.
Las tropas israelíes lo emplean también para lanzar ataques e incursiones.
Además, en Cisjordania ocupada murió una persona y varias resultaron heridas, entre ellas un paramédico de la Media Luna Roja Palestina, en una incursión militar en el campamento de refugiados de Nur Shams.
Cisjordania ocupada vive su mayor espiral de violencia desde la Segunda Intifada (2000-05), y en lo que va de 2024 al menos 138 palestinos han muerto por fuego israelí, la mayoría supuestos milicianos o atacantes, pero también civiles, incluidos cerca de una treintena de ellos menores, según el recuento de EFE.
El Ejército israelí intensificó sus ya frecuentes incursiones en Cisjordania ocupada tras el ataque de Hamás del 7 octubre y, desde entonces, han muerto unos 464 palestinos en incidentes violentos con Israel, principalmente con tropas pero también con colonos.