El Cairo (EFE) – La Guardia Revolucionaria de Irán atacó esta madrugada con misiles balísticos objetivos vinculados al grupo terrorista Estado Islámico (EI) y «espías del régimen sionista (Israel)» en territorio de Irak y Siria, lo que ha causado la muerte de al menos dos civiles.
La Guardia Revolucionaria informó en sus redes sociales de estos ataques, según reportan los medios iraníes Borna News y Press TV, mientras que fuentes de seguridad iraquíes confirmaron a EFE que al menos ocho misiles cayeron cerca del consulado de los EE.UU. -un edificio en construcción- en Erbil, en el Kurdistán iraquí, y dejaron dos civiles muertos y cuatro heridos.
El comunicado de la Guardia Revolucionaria señala que los ataques son «en respuesta a los recientes crímenes cometidos contra la República Islámica» y que tuvieron como objetivo «el cuartel general de los espías antiiraníes y otras agrupaciones de terroristas en partes de la región».
«Los objetivos fueron destruidos», añade la nota.
Las fuentes de seguridad iraquíes consultadas por EFE confirmaron que el ataque en Erbil procedía de territorio iraní.
En su comunicado, la Guardia Revolucionaria apunta que el lugar del Kurdistán iraquí al que atacó con misiles era el «centro para desarrollar operaciones de espionaje y planificación de acciones terroristas en la región, y especialmente en nuestro país» del espionaje de «la entidad sionista», como se refieren habitualmente en Irán al Estado de Israel.
«Aseguramos a nuestra querida nación que las operaciones ofensivas de la Guardia Revolucionaria continuarán hasta que se venguen las últimas gotas de sangre de los mártires», añade el comunicado.
Al menos 94 personas murieron en un doble atentado suicida perpetrado el 3 de enero en la ciudad iraní de Kerman, cerca de la tumba de Qasem Soleimani, un general iraní que encabezaba la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria hasta que fue asesinado por los EE.UU en 2020 en un bombardeo en Irak.
El grupo terrorista Estado Islámico reivindicó el ataque, uno de los atentados contra civiles más brutales cometidos en décadas en Irán, apenas horas después de las explosiones.
Desde entonces, Irán ha detenido a unas 35 personas vinculadas con el ataque, y ha afirmado que al menos uno de los terroristas suicidas era un «israelí con nacionalidad tayika».
El líder supremo de Irán, Ali Jameneí, llamó la semana pasada a «machacar» a los responsables «ocultos» del atentado, en una aparente referencia a Estados Unidos e Israel.