Madrid, 14 de julio (EFE) – Un informe de la ONG Greenpeace publicado hoy con motivo del Día Internacional de la Conciencia por los Tiburones denuncia la pesca «constante» con palangre de las flotas española y portuguesa en zonas de crías de tiburones en el Atlántico Norte.
El documento, titulado ‘Tiburones en extinción: cómo las flotas pesqueras de la UE impulsan el comercio mundial de tiburones’, asegura que en un día de pesca promedio se emplea en esta zona más de 1,200 kilómetros de sedal, del que cuelga un número de anzuelos estimado entre 15,000 y 28,000 unidades.
Según la ONG ecologista, tanto en Horta (Azores) como en Vigo, sus activistas pudieron constatar a lo largo del pasado mes de mayo la descarga de inmaduros, juveniles y crías de tiburón azul entre los ejemplares capturados, ya que «esta especie alcanza la madurez sexual a partir de los 180 centímetros en machos y 200 en hembras», y observaron «la descarga de tiburones que medían entre 50 y 70 centímetros».
«No existe ninguna normativa relativa a tallas mínimas de captura, longitud del arte de pesca o número máximo de anzuelos» en la zona, a pesar de que los tiburones «son fundamentales dentro de la red trófica marina» y su papel es «especialmente importante para mantener la salud de las comunidades marinas», añade el informe.
Pilar Marcos, responsable de la campaña de océanos de Greenpeace España, ha asegurado en un comunicado que aunque la UE y sus Estados miembros «afirman ser líderes en la protección de los océanos, sus flotas pesqueras están pescando indiscriminadamente en zonas de cría de tiburones en el Atlántico Norte», ya que «se antepone el beneficio económico a la supervivencia de las especies».
El tiburón es uno de los animales «más amenazado del mundo», con 17 especies en peligro de extinción como el tiburón marrajo, cuyas características biológicas lo hacen «más vulnerable» con una camada de 4 a 16 crías tras una gestación de entre 15 y 18 meses y un ciclo de desove cada tres años.
Sin embargo, no se aprobó una moratoria de su pesca hasta 2021 y sólo por dos años aunque la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT) advertía en 2017 de que, incluso prohibiendo completamente su captura, su población tardaría más de 20 años en recuperarse.
Respecto al tiburón azul, «la incertidumbre es tal que se desconoce su estado actual y sólo goza de una cuota de pesca en ICCAT difícil de implementar».
Si bien la pesquería de palangre del Atlántico Norte se dirigía originalmente al pez espada, según Greenpeace «ha pasado a depender de la captura incidental de tiburones para seguir siendo rentable» hasta el punto de que ya en 2005 la ICCAT indicaba que el 70% de la captura no objetivo de la flota española eran tiburones.
La demanda mundial de productos de tiburón ha aumentado «de forma imparable» en los últimos años y sus poblaciones «se han desplomado en un 70% en los últimos 50 años».