Este lunes sirvió además para ratificar la llamada Plataforma, el ideario que se prevé aplicar en caso de llegar al poder
Por Marta Garde
Milwaukee (EE.UU.) (EFE) – El Partido Republicano estadounidense blindó este lunes su apoyo al expresidente Donald Trump al confirmarle la nominación como su candidato para la Casa Blanca y darle el beneplácito a su «número dos», el senador por Ohio J.D. Vance, que se estrenó con un entusiasta baño de masas.
Como escenario, el estadio Fiserv de Milwaukee, donde esa formación alberga su convención nacional desde hoy y hasta el jueves. No había dudas sobre el respaldo férreo hacia Trump, especialmente tras el ataque que sufrió el sábado, pero la elección de Vance se hizo esperar hasta el último momento.
El exmandatario, de 78 años, había jugado con la incertidumbre y finalmente se adelantó a la agenda prevista en la jornada inaugural y recurrió a su red social, Truth Social, para anunciar a su compañero de fórmula en las elecciones del 5 de noviembre.
Un hombre de 39 años de orígenes modestos, que se alistó en el cuerpo de marines estadounidense, sirvió en la guerra de Irak (2003) y es legislador desde 2022. Licenciado en Ciencias Políticas, Filosofía y Derecho, se presentó en Milwaukee en la convención acompañado de su esposa después de recibir el sí unánime de los delegados.
Trump quiere que durante la campaña se centre «fuertemente en las personas por las que luchó tan brillantemente, los trabajadores y agricultores estadounidenses en Pensilvania, Míchigan, Wisconsin, Ohio, Minnesota», todos ellos estados clave, y «mucho más allá».
Poco antes de la confirmación de Vance, Trump había dejado atada su propia nominación con el voto favorable de 2,387 delegados, casi el doble de los 1,215 que necesitaba para formalizar este proceso.
El mínimo se alcanzó cuando Florida depositó su voto y fue su hijo Eric Trump el encargado de comunicar ese resultado: «En nombre de toda nuestra familia y de los 125 delegados del increíble estado de Florida, cada uno de ellos nomina al mejor presidente que ha vivido nunca», dijo triunfal.
Eric Trump estaba en primera fila junto a su esposa, Lara, y sus hermanos Tiffany, y Donald Trump Jr.. Entre las grandes ausentes, la exprimera dama, Melania Trump, e Ivanka Trump, hija del magnate neoyorquino, que tras haber formado parte de su Administración en el pasado se ha desmarcado de esta campaña.
Trump había llegado a Milwaukee el domingo tras haber sido víctima de un intento de magnicidio en Butler (Pensilvania) durante un mitin. Un hombre le disparó desde fuera del recinto y le alcanzó en la oreja, además de matar a una persona del público y herir a otras dos.
El partido tiene ya preparados los cientos de globos rojos, blancos y azules que el último día pondrán fin a la fiesta republicana tras su discurso, y hasta el jueves irá dando protagonismo a sus grandes figuras, incluido Vance el miércoles.
Este último se impuso después de que el magnate neoyorquino jugara con la incógnita durante semanas. Entre los nombres barajados, el senador de Florida Marco Rubio, el de Carolina del Sur Tim Scott, el gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum, y el de Virginia, Glenn Youngkin.
En las últimas horas había empezado a contemplarse incluso a la exembajadora de Estados Unidos ante la ONU y exgobernadora de Carolina del Sur Nikki Haley, la última en tirar la toalla en el proceso de primarias frente a Trump, y a Robert F. Kennedy Jr., aspirante independiente a la presidencia.
Despejada ya la duda, el partido se volcó con sus dos aspirantes. Son «la combinación más unificadora y competitiva en la historia política», dijeron en un comunicado dos de los asesores de la formación, Chris LaCivita y Susie Wiles.
La carrera electoral republicana toma así impulso mientras la de los demócratas sigue envuelta en dudas respecto a su aspirante, el presidente Joe Biden, cuestionado por su pobre desempeño en el debate del 27 de junio y por posteriores lapsus verbales, como los que le hicieron llamar Trump a su vicepresidenta, Kamala Harris, o Putin al mandatario ucraniano, Volodímir Zelenski.
Este lunes sirvió además para ratificar la llamada Plataforma, el ideario que se prevé aplicar en caso de llegar al poder. Esa lista propone «detener la invasión migrante» en EE.UU. y «llevar a cabo la operación de deportación más grande de la historia» del país, pero modera la postura respecto al aborto y deja la decisión en manos de cada estado.