Washington (EFE) – La lucha por suceder al republicano Kevin McCarthy como líder de la Cámara Baja de Estados Unidos se abrió este miércoles con aliados del expresidente Donald Trump (2017-2021), como Jim Jordan, en liza.
El presidente del Comité Judicial de ese hemiciclo se postuló hoy oficialmente al cargo alegando que el país está en una «encrucijada» y que los republicanos deben unirse para cumplir su promesa a los estadounidenses.
Jordan tiene ya el apoyo de Matt Gaetz, el legislador responsable de la destitución este martes de McCarthy al presentar una moción en su contra que fue aprobada por 216 votos a favor y 210 en contra, haciendo historia al revocar por primera vez en el país a un líder de la Cámara Baja.
De momento la presidencia la ocupa de manera interina Patrick McHenry, designado por McCarthy para ese fin, tal y como lo establecen las normas internas de la cámara. El representante del décimo distrito de Carolina del Norte es conocido por haber sido uno de los principales negociadores conservadores del aumento del techo de la deuda nacional.
Su presidencia en funciones comenzó con dos movimientos simbólicos, la expulsión de sus respectivas oficinas de la expresidenta de esa misma cámara Nancy Pelosi y del exlíder de la mayoría demócrata allí hasta el pasado enero, Steny Hoyer, en supuesta represalia por la falta de apoyo demócrata a McCarthy.
McCarthy, a quien en enero le costó 15 intentos lograr la presidencia, ya anunció este martes que no pretende presentarse de nuevo y subrayó que no tenía ningún problema con haber perdido su trabajo por hacer «lo correcto».
Su sucesión apremia porque hasta que no haya un nuevo presidente esa cámara queda en la práctica paralizada, en plena negociación de financiación adicional a Ucrania y de los presupuestos del actual año fiscal en EE.UU., tras la prórroga de 45 días acordada el pasado sábado «in extremis». Está previsto que la votación comience el 11 de octubre.
En la lotería por suceder a McCarthy han empezado a sonar nombres como Elise Stefanik, «número tres» del partido en la Cámara de Representantes, o el actual líder de la mayoría conservadora, Steve Scalise, que sí ha dado formalmente ese paso.
«Si fuera Jim Jordan o Steve Scalise sé que habrá muy pocos conservadores en este país que no lo vieran como una mejora monumental respecto a McCarthy», dijo este miércoles en el canal Newsmax Gaetz, que la víspera abogó por encontrar a alguien «más de fiar» que el anterior presidente.
El propio Trump ha recibido el respaldo para el puesto de sus defensores más acérrimos, como la ultraderechista Marjorie Taylor-Greene, pero el exmandatario, que en el pasado ya ha mostrado su desinterés por el puesto, dejó claro ayer que su foco está puesto en las elecciones presidenciales de 2024, para las que es candidato a la nominación republicana.
Aunque nada impide que alguien ajeno al Congreso ocupe la presidencia, ese cargo no puede estar en manos de imputados por cargos que conlleven dos o más años de cárcel en caso de ser condenados y el expresidente está acusado en cuatro causas penales que superarían un máximo potencial de 700 años en prisión, por lo que esa opción no sería viable.
Del lado demócrata empieza a sonar de nuevo el ahora líder de la minoría, Hakeem Jeffries.
«Los republicanos tienen la mayoría en la Cámara de Representantes y es su responsabilidad elegir a un presidente y liderar. Si son incapaces de hacerlo, que le toque a los demócratas. Gobernaremos y lideraremos con Jeffries como ‘Speaker'», ha dicho en la CNN la legisladora progresista Pramila Jayapal.
Los conservadores consiguieron en las elecciones de medio mandato de noviembre del año pasado 221 escaños y los demócratas se quedaron con 212. Tradicionalmente consigue la presidencia el partido que ostenta su mayoría, como los republicanos ahora, pero nada impediría a los demócratas hacer lo propio.
Desde la Casa Blanca se subrayó este miércoles que es un «asunto interno» de la Cámara Baja: «No nos vamos a involucrar. No nos importa quién se presente o no. Ni el presidente ni nadie aquí tiene voto, lo tienen que arreglar ellos», dijo en una rueda de prensa la portavoz, Karine Jean-Pierre.
El gabinete presidencial destacó ayer que Joe Biden desea que se elija «pronto» un nuevo líder porque los desafíos que afronta el país «no pueden esperar» y el propio mandatario se limitó a destacar hoy que «la disfunción» le preocupa siempre.