Riad (EFE) – Pese a la controversia mundial que ha generado el ultimátum de Israel para desplazar a 1,1 millones de palestinos del norte de Gaza, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, evitó condenar la medida aunque sí afirmó su compromiso para limitar los daños a los civiles.
Desde Riad, donde aterrizó de madrugada en el marco de su gira por Oriente Medio en apoyo a Israel, Blinken aseguró que su país está realizando «el máximo esfuerzo» para proteger a los civiles de la Franja de Gaza ante la campaña indiscriminada de bombardeos israelíes, e indicó que está trabajando con Israel para «abrir corredores seguros» para la población del enclave.
«No queremos ver víctimas civiles ni en Gaza ni en otro lugar del mundo, y estamos realizando el máximo de nuestros esfuerzos para protegerlos», dijo Blinken en un encuentro en Riad con el ministro de Exteriores de Arabia Saudí, Faisal bin Farhan.
Corredores y zonas seguras
El estadounidense aseveró que está trabajando con las autoridades de Israel para «abrir corredores seguros y establecer zonas seguras para que los civiles no resulten dañados en estos ataques», al tiempo que insistió en que el Estado judío «sigue ejerciendo su derecho legal y natural de defenderse».
Además, el Departamento de Estado de EE.UU. indicó en un comunicado que ambos diplomáticos se conjuraron para «prevenir la propagación del conflicto en la región» y «tomar medidas para proteger a los civiles».
Sin embargo, los bombardeos frenéticos sobre la Franja de Gaza no han cesado, y han provocado la muerte de unos 2.200 palestinos en el enclave palestino, a la espera de una previsible operación terrestre en el norte de Gaza.
Incluso las Brigadas al Qasam, brazo armado de Hamás, dijeron hoy que otros nueve rehenes -entre ellos cuatro extranjeros- murieron durante las últimas 24 horas por los intensos bombardeos sobre la Franja, por lo que la cifra de cautivos muertos asciende ya a 26.
Todo esto en medio de un desplazamiento masivo, condenado por la comunidad árabe, de palestinos hacia la frontera sur con Egipto para salvar sus vidas e incluso con la esperanza de poder ser evacuados.
Arabia Saudí, muy crítico con Israel
Por su parte, Bin Farhan, insistió hoy a Blinken sobre la necesidad de que «Israel respete el derecho internacional humanitario», pese a la defensa «inquebrantable» manifestada por Washington al Estado judío.
«Cualquier acción que contradiga el derecho internacional humanitario exacerbará la profundidad de la crisis actual y aumentará el sufrimiento» de la población de la Franja de Gaza, afirmó el jefe de la diplomacia saudí.
Además, manifestó su «rechazo categórico» al ultimátum de Israel, una medida condenada por la ONU y organismos internacionales y que Bin Faisal calificó de «desplazamiento forzado».
También insistió en la necesidad de «levantar el asedio» y hacer todo lo posible para facilitar la entrada de ayuda humanitaria urgente a Gaza, que está al borde de una catástrofe humanitaria por los bombardeos y el corte del suministro de agua, electricidad, comida y combustible por parte de Israel.
«Es necesario hacer un rápido esfuerzo colectivo para detener el actual ciclo de violencia y todas las formas de escalada militar contra los civiles y evitar una catástrofe humanitaria», indicó Bin Faisal, que insistió en el diálogo como «único camino» para alcanzar una solución política al conflicto.
En este sentido, señaló que la comunidad internacional «debe asumir su responsabilidad» para detener la violencia.
Arabia Saudí ha manifestado su rechazo desde el primer momentoa la respuesta de Israel a los ataques de Hamás del pasado día 7, e incluso ha alertado de que el Estado israelí está empleando métodos de «castigo colectivo», y que los que están pagando el mayor precio son los civiles.
La contundente retórica de Arabia Saudí contra las acciones de Israel, además, indica que podría peligrar el proceso de normalización entre ambos países que estaba en su última fase y que supondría la reconfiguración de Oriente Medio.