Washington, 21 abr (EFE) – El Senado de Estados Unidos, controlado por los republicanos, aprobó este martes un nuevo paquete de ayuda por valor de $484,000 millones, que contempla préstamos a pequeñas empresas, además de fondos a hospitales y para pruebas del coronavirus.
Se espera que la Cámara Baja, dominada por los demócratas, dé su visto bueno al paquete el jueves, tras al acuerdo alcanzado hoy entre la Casa Blanca y los progresistas, y que más tarde lo firme el presidente Donald Trump.
El acuerdo incluye $321,000 millones en préstamos con interés bajo para pequeños negocios, $75,000 millones para hospitales y $25,000 millones para incrementar el número de test que se hacen a nivel nacional.
Si ambas cámaras lo aprueban, este será el cuarto paquete de estímulo destinado a paliar los estragos del virus, que ha infectado a más de 800,000 personas y acabado con la vida de más de 43,700 en EE.UU., de acuerdo a los últimos datos de la Universidad Johns Hopkins.
El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, que ha liderado desde la Casa Blanca las negociaciones con los demócratas, dijo en la rueda de prensa diaria del grupo de trabajo del coronavirus que «el Congreso se ha unido, comprendiendo la importancia de esto».
«Esta legislación es importante», indicó, al tiempo que destacó que no hubiera podido salir adelante si no hubiera sido por el acuerdo con la oposición.
«Esto es un ejemplo del país uniéndose para luchar contra el virus», apuntó.
En los últimos días, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, había avisado que este nuevo rescate es solo «un parche» y se necesitarán más fondos para ayudar a las 22 millones de personas que en el último mes se han quedado sin empleo debido al parón económico.
Una vez que el nuevo plan de rescate sea aprobado, Trump tiene intención de comenzar una nueva negociación con los demócratas, según anunció este mismo martes en Twitter.
Su deseo es que un nuevo paquete de estímulo incluya asistencia para Gobiernos estatales y locales, así como recortes de impuestos para restaurantes, centros recreativos e instalaciones deportivas. Trump también quiere que la próxima ley destine fondos a la construcción de infraestructuras, como puentes.
Por su lado, se espera que los demócratas sigan presionando para aumentar los fondos a los hospitales, su prioridad en esta crisis.