San Salvador (EFE) – El Salvador consolidó este sábado la «irregularidad constitucional» con la investidura del presidente Nayib Bukele para un segundo mandato consecutivo de cinco años (2024-2029), según denunciaron organizaciones civiles.
«Hoy que inicia un nuevo periodo presidencial, termina de consolidarse la irregularidad constitucional que vive el país desde el 1 de mayo de 2021, la cual no se normaliza ni legitima con el voto popular», indicó en un comunicado la organización Acción Ciudadana.
La legislatura 2021-2024, dominada por el partido oficialista Nuevas Ideas (NI), destituyó el 1 de mayo de 2021 a magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) para nombrar a otros sin seguir el debido proceso, y quitó al fiscal general.
Acción Ciudadana señaló que el quinquenio presidencial 2019-2024 «se caracterizó por graves violaciones a los derechos humanos y a las más básicas normas de la democracia, fue una gestión totalmente opaca en el manejo de los recursos públicos».
Agregó que el primer Gobierno de Bukele se dio «con total ausencia de políticas públicas, sin rendición de cuentas y nula participación ciudadana».
Esta organización llamó a la ciudadanía «a tomar un rol más activo», para que «exija al Gobierno políticas públicas que generen transformaciones reales y sostenibles que beneficien al país, y a no dejarse engañar por la propaganda y desinformación».
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CDHES) mostró también «su preocupación por el deterioro de la situación de los derechos humanos, la democracia, la justicia y la reparación» bajo el mandato de Bukele.
«No se requiere de tanto análisis académico, para entender que el rumbo del país ha estado encaminado a una quiebra en la democracia, que con mucho sacrificio y sangre se logró un avance muy importante y significativo con la firma de los Acuerdos de Paz de 1992», agregó la organización.
Lamentó «la manera como se ha implementado» el régimen de excepción, que suspende garantías constitucionales al registrarse 10,000 personas liberadas de las cerca de 80,000 detenidas, sin que tuvieran relación con las pandillas.
«Es necesario que todos los inocentes que han sido liberados y los que aún se encuentran en las cárceles, obtengan del Estado, una reparación integral y que se esclarezca las muertes dentro de los centros penitenciarios», subrayó.
Bukele centró este sábado su discurso de investidura del segundo mandato consecutivo en prometer «sanar» la economía tras curar el «cáncer» de las pandillas.
El empresario de la publicidad de profesión se convirtió en el primer presidente de la democracia salvadoreña en ser reelegido para un segundo mandato consecutivo a pesar de que lo prohíbe la Constitución.
Antes de Bukele lo hizo el dictador y general Maximiliano Hernández Martínez (1931-1944), que dejó el poder solo después de una huelga general.