El Cairo, Egipto (EFE) – La respuesta política del mundo árabe por la «masacre deliberada» del hospital Al Ahli de la Franja de Gaza, de la que todo Oriente Medio responsabiliza al Ejército israelí, se está volviendo este miércoles cada vez más dura ante la postura de EE.UU., y Occidente en general, de negarse a ver las atrocidades e intenciones de su aliado Israel.
Mientras el presidente estadounidense Joe Biden en Israel daba respaldo a la explicación de que la tragedia la causó un proyectil del grupo palestino Yihad Islámica, fue el presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, el que tomó el protagonismo de las críticas a la gestión occidental de esta crisis.
En un tono inusualmente fuerte y hablando fuera del discurso programado, el exmariscal egipcio criticó tanto el drama humano que está sucediendo a las puertas de su país y las presiones que recibe para permitir el éxodo de los palestinos de Gaza a través de la frontera egipcia para que se instalen en el territorio egipcio del Sinaí.
Más allá de un acto militar
Junto al canciller alemán, Olaf Scholz, en El Cairo para analizar la escalada de violencia, Al Sisi no dudó en calificar los ataques de Israel como algo más allá de «tan solo un acto militar contra Hamás», sino también como una política para expulsar a los palestinos de Gaza.
«Vemos lo que está pasando ahora en Gaza, y no solo es un acto militar contra Hamás, sino un intento para empujar a los habitantes civiles a migrar a Egipto. A todos los que les interesa la paz en la región, digo que esto no es aceptable para nadie», aseveró el mandatario egipcio.
En ese sentido, y cada vez más vehemente, el presidente subrayó que dada la actitud de Israel, la solución de instalar a los refugiados de Gaza en el Sinaí, además de permitir una limpieza étnica, supondría poner en peligro su propio país.
«Desplazar a los ciudadanos palestinos de la Franja al Sinaí simplemente significa que la idea de la resistencia y la lucha de Gaza estará en el Sinaí. Por lo tanto, el Sinaí será una base de operaciones contra Israel y en este caso, Israel tendrá el derecho de defenderse y dirigir sus ataques contra el territorio egipcio», afirmó el mandatario.
Al Sisi vaticinó además que si los palestinos de Gaza se desplazan a Egipto, también habrá «un acto similar de los palestinos en Cisjordania hacia Jordania», por lo que la idea del Estado Palestino ya será «inaplicable».
En un tono de desafío, Al Sisi apuntó que de perseverar esas intenciones, «será necesario pedir al pueblo egipcio que salga a expresar su rechazo», toda una declaración de intenciones en un país donde manifestarse es un delito.
¿Al Negev?
Muestra de la tensión con la que se está viviendo esta tragedia, al poco de las palabras de Al Sisi varias movilizaciones multitudinarias se produjeron en universidades como la de El Cairo, donde los estudiantes marcharon gritando consignas contra el éxodo de gazatíes y el intento de expulsarlos de su hogar.
En una expresión inédita, aparentemente improvisada y no se sabe si irónica, Al Sisi llegó a decir a todos los que presionan para que Egipto facilite la expulsión de los gazatíes, que a la mejor solución sería que se traslade a todos los palestinos en el territorio israelí del Negev y no al Sinaí.
«Se pueden mover a los palestinos allí hasta que Israel termine con sus misiones anunciadas para liquidar la Resistencia o los grupos armados, Hamás, la Yihad Islámica…y luego los devuelven, si quieren», dijo.
Mientras, Scholz ejemplificó los intentos europeos para tratar de matizar su apoyo sólido a Israel ante la acumulación de muertos en Gaza, los crímenes de guerra y la amargura y firmeza árabe a la hora de denunciar esta escalada de violencia como genocidio.
«Hemos hablado en profundidad sobre la situación humanitaria en Gaza. Para nosotros está claro que los palestinos no son Hamás y Hamás no tiene derecho a hablar en nombre de los palestinos», dijo.