Por EyBoricua.com
(28 de diciembre de 2021) – El 2021 ha sido un año con algunos hechos graves para la libertad de expresión, prensa y acceso a la información. El discurso contra la prensa y los ataques ganaron terreno, pusieron en jaque a los sistemas democráticos y penetraron hasta en las sociedades más sólidas, como la toma del Capitolio de los Estados Unidos, a principios de año.
Así lo revela la organización Fundamedios en su informe anual sobre el estado regional de la libertad de expresión.
Centroamérica, liderada por Nicaragua, se sumergió en la aplicación de prácticas lamentables con el objetivo de callar a voces disidentes. Con el amparo de la normativa, Daniel Ortega empezó a poner en práctica: la Ley de Ciberdelitos y la Ley de Regulación de Agentes Extranjeros.
El Salvador, con Nayib Bukele, no se quedó atrás y comenzó su persecución y hostigamiento a través de la Ley de Registro de Agentes Extranjeros, su discurso estigmatizante contra la prensa llegó hasta a involucrar a medios en delitos de evasión tributaria y obligar a sus periodistas a salir del país. Mientras tanto, en Guatemala, también se pretendió generar una ley mordaza sobre las organizaciones en el país y los ataques contra medios de comunicación comunitarios fueron relevantes durante este año.
La impunidad es otra constante en la Región. Al menos 30 periodistas han sido asesinados en el hemisferio en los últimos 24 meses. En sus casos no se ha hecho justicia. La situación para el ejercicio del periodismo en América Latina es cada vez más peligrosa. Muchos periodistas han debido recurrir al exilio como un mecanismo de supervivencia. Costa Rica se ha vuelto un destino de acogida.
El discurso estigmatizante ha sido una gran temática del año. En países como Brasil, México, Perú, Cuba, Nicaragua, Guatemala y El Salvador, sus principales líderes se han encargado de desacreditar la labor de la prensa, lo que se ha materializado en ataques y agresiones, protagonizadas por simpatizantes, en contra de periodistas.
En un marco más optimista, la Corte Interamericana de Derechos Humanos dictó tres sentencias que generan potentes precedentes a favor de la libertad de expresión, prensa y acceso a la información.
A los Pueblos Indígenas de Guatemala se les reconoció el derecho del acceso a las frecuencias y al pluralismo en la comunicación; mientras que en el caso de la periodista Jineth Bedoya Lima, se reconoció la responsabilidad del Estado colombiano por la violación de los derechos a la integridad personal, libertad personal, honra, dignidad y libertad de expresión en perjuicio de la periodista; Ecuador reconoció responsabilidad ante una sentencia desproporcional contra el autor de una columna de opinión del diario El Universo y sus directivos. Sobre la última sentencia, particularmente, se podrá conocer mayor detalle en nuestro informe específicamente dedicado a Ecuador.
Desde la sociedad civil se han realizado varios esfuerzos para alertar y visibilizar brechas en el ejercicio de la profesión periodística como: procesos de capacitación, fortalecimiento de capacidades para la sostenibilidad, redes, entre otros.