Bogotá (EFE) – El Banco Mundial (BM) aprobó un préstamo de $1,000 millones a Colombia, el más grande concedido al país, para acelerar la transición energética baja en carbono, promover el uso sostenible de la tierra y reforzar la resiliencia y adaptación a la crisis climática.
El préstamo, que fue autorizado por el Directorio Ejecutivo del BM en Washington, apoyará un programa de reformas que incluye el aumento de la capacidad de producción de energías renovables no convencionales y el desarrollo de una industria de hidrógeno verde, señaló este martes el Ministerio de Hacienda de Colombia.
«Hoy alcanzamos un gran hito en la relación de Colombia con la banca multilateral al aprobar la operación de apoyo presupuestal más grande en la historia del país», manifestó el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, en un comunicado.
El ministro consideró el crédito como «una clara señal de confianza en las instituciones colombianas y un reconocimiento a los esfuerzos de la nación por integrar la agenda de cambio climático con una ambiciosa agenda social y económica».
«Es un respaldo a la apuesta en transición energética, mejora en el uso de la tierra y protección de nuestro patrimonio natural», agregó el funcionario.
El dinero del préstamo se utilizará también para fortalecer la capacidad de gestión de riesgos de desastres y para impulsar los seguros agrícolas destinados a mitigar el impacto que tienen los choques climáticos en las áreas rurales, así como para promover el uso sostenible de la tierra principalmente en páramos y aumentar la adopción de sistemas ganaderos sostenibles con el fin de contener la deforestación.
«Esta operación apoya el fuerte compromiso de Colombia para abordar el cambio climático a través de reformas de políticas que apuntan a un desarrollo sostenible, resiliente y bajo en carbono», dijo por su parte el director del Banco Mundial para Colombia, México y Venezuela, Mark Thomas.
Para el director del Departamento Nacional de Planeación (DNP), Jorge Iván González, el crédito reconoce los propósitos del país «en materia de protección a la biodiversidad, a las estrategias que proponemos para la resiliencia frente al cambio climático y a las grandes apuestas que tenemos para el logro de una transición energética sostenible».