Washington (EFE) – Estados Unidos, Canadá y Finlandia anunciaron este jueves en los márgenes de la Cumbre de la OTAN en Washington un acuerdo para producir rompehielos de forma conjunta y aumentar su colaboración en el Ártico para confrontar la expansión de Rusia y China en la región.
El asesor adjunto de seguridad nacional estadounidense, Daleep Singh, declaró que el acuerdo, que fue anunciado por los presidentes de EE.UU., Joe Biden, y Finlandia, Alexander Stubb, junto con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, es «un imperativo estratégico».
«Sin este acuerdo, nos arriesgamos a que nuestros adversarios ganen ventaja en una tecnología especializada con gran importancia geoestratégica que podría también permitir que se conviertan en los proveedores preferidos para países que tienen interés en la compra de rompehielos polares», añadió Singh.
El acuerdo, que será formalizado el próximo año con la firma de un memorándum de entendimiento entre los tres países, podrá incorporar en el futuro a otros socios.
Un alto funcionario estadounidense subrayó que Rusia y China están incrementando su colaboración en el Ártico y que los dos países han acordado la realización de patrullas conjuntas en el mar de Bering, cerca del territorio estadounidense de Alaska.
El Gobierno estadounidense ve las actividades de China, que en 2018 declaró de forma pública sus ambiciones para la región y que está aumentando su producción de rompehielos además de sus inversiones en países árticos, como un «desafío estratégico».
Rusia, que cuenta en la actualidad con una flota de más de 40 rompehielos la más grande y avanzada del mundo, también está en el proceso de producir más unidades y consolidar su presencia en la región ártica.
En comparación, Estados Unidos sólo cuenta con dos rompehielos operacionales mientras que Canadá suma una veintena y Finlandia nueve.
Los funcionarios estadounidenses calculan que en los próximos años, las necesidades de EE.UU. y otros países aliados supondrán la construcción de entre 70 y 90 rompehielos y la intención de Washington es que los astilleros estadounidenses «sean capaces de competir por una considerable parte» de esos potenciales pedidos.
El Ártico se ha convertido en una región cada vez más importante para las grandes potencias mundiales gracias a los cambios que está generando el cambio climático, que se prevé permitirá en breve la navegación por la región.
Además, el Ártico contiene enormes recursos naturales que hasta el momento eran prácticamente inaccesibles por razones técnicas y las condiciones climáticas.