Quito, 14 de julio de 2021 (EFE) – Quito comenzó una campaña para mostrarse al mundo como destino diverso de la mano de la influyente artista mexicana transexual Morganna Love, junto a una variada gama de actividades y establecimientos para atraer a la comunidad LGBTIQ+.
La iniciativa arrancó en junio y se prolongará hasta el próximo septiembre con la idea de presentar a la capital de Ecuador como una ciudad abierta y amigable con este colectivo cada vez más viajero.
Miembro de la Asociación Internacional de Turismo para LGBTQ+ (IGLTA) Quito intenta, a pesar de la pandemia, reactivar el sector con los ojos puestos en una comunidad que se decanta por destinos abiertamente diversos y que tiene ganas de conocer lugares nuevos.
Como parte de esta iniciativa, la semana pasada visitó la urbe Morganna Love, artista, soprano y considerada una de las 100 mexicanas más influyentes, según la revista Forbes, quien no ha ahorrado en halagos hacia Quito por su gastronomía, la imponente arquitectura de su casco histórico y su respeto por la naturaleza.
«Tengo un compromiso social con mi comunidad LGBT», manifestó a Efe la artista al destacar que Ecuador ha reconocido recientemente el matrimonio igualitario y que «Quito está abriéndose ahora», algo que defiende, siempre tuvo que ser así en Latinoamérica.
«Nunca debieron habernos discriminado, siempre los Gobiernos tuvieron que habernos dicho: ¡Vengan todos!», comentó Love, quien ha perdido en México a tres de sus amigas por transfemicidios.
Desde la azotea de un pintoresco hotel desde el que se divisa la figura de la Virgen del Panecillo, la multifacética cantante de ópera, pop, actriz e influencer asegura haberse sorprendido a la vez que enamorado de la ciudad.
Las razones son variadas: los techos de tejas, los edificios y arquitectura del centro, las esculturas -su padre tallaba imágenes religiosas en madera-, la «poco conocida» internacionalmente comida ecuatoriana, o las iglesias que le recuerdan a su natal San Miguel de Allende.
Y un aspecto que se suma a la oferta monumental es la biosfera andina que rodea a la ciudad más importante de Ecuador: «Me encanta la manera en la que cuidan la naturaleza, tenemos mucho que aprender como países latinos».
ESTABLECIMIENTOS Y ACTIVISMO LGBTI
Ubicado en una zona de universidades de la capital, el restaurante Laboratorio suele tener una clientela frecuente del colectivo, según refiere su administradora Amaya Lozano, quien considera que la mentalidad tradicionalmente conservadora del quiteño está cambiando entre las nuevas generaciones.
«Nosotros somos un restaurante que no discriminamos a nadie a la hora de recibir clientes ni de contratar. Queremos que la gente venga a probar lo que hacemos, con respeto siempre para las personas LGBTI, que vengan con ganas de disfrutar», explica.
Detrás de esta iniciativa está no solo el interés del Consistorio por buscar un nuevo nicho turístico, sino también el activismo ejercido por los grupos LGBTIQ+ para que esto ocurra.
«El activismo mediático que ejercemos nos ha permitido ser visibilizados y que podamos trabajar con instituciones públicas como Quito Turismo, una situación que antes era inimaginable», refirió Pamela Troya, directora de la Fundación Acción Igualitaria, integrante de uno de los primeros matrimonios igualitarios.
La campaña para dar a conocer a Quito como destino para el colectivo incluirá además de una red de establecimientos recomendados una promoción digital con la que se pretende llegar a ese público local, regional e internacional.
«Es que todos los países en Latinoamérica tenemos esta lucha que no sé por qué nos ha costado tanto. Nos han hecho creer que todo está mal», censura Love quien no se cansa de repetir una y otra vez que «ser trans es bueno, que ser gay es bueno…. la diversidad es buena, nos enriquece como seres humanos».
Por eso, reconoce que «una ciudad como Quito le diga al mundo ‘estamos abiertos’, pues la verdad que todos deberíamos seguir esos pasos».