Por Rita Cardeira y Ujwala P
Agencia EFE
Nueva Delhi (EFE) – Una doble crisis de agua y calor sofoca los varios barrios de Nueva Delhi, consecuencia de la sobreexplotación de las reservas subterráneas, la contaminación y las disputas interestatales por el agua, mientras sus habitantes viven al límite, entre temperaturas estivales de hasta 48 grados.
La escasez de agua es ya un ritual de verano en Nueva Delhi que, sin una solución a la vista, obliga a sus residentes a saltarse las duchas y utilizar los grifos públicos para cubrir sus necesidades diarias, mientras esperan desesperadamente la llegada de camiones cisterna proporcionados por el Gobierno para llenar sus bidones y garrafas.
«Somos muchos para tan poca agua. La gente se pelea cuándo llegan los camiones cisterna. Intentamos arreglárnoslas con lo que tenemos, pero cuando escasea nos saltamos el lavado de ropa y platos, algunos días incluso nos saltamos el baño», expresó a EFE Meena, residente desde hace 40 años del barrio Sanjay, en el corazón de la capital india.
Años de crecimiento demográfico, sequía y mala gestión han exacerbado los problemas de agua de la ciudad, además de la extracción no regulada de este recurso vital, que conllevó a una sobreexplotación de 15 de las 27 divisiones administrativas de Delhi, según un informe divulgado por la Junta Central de Aguas Subterráneas (CGWB).
Más del 35% de los depósitos de agua subterránea en Delhi están «sobreexplotados», mientras que cerca del 30% están clasificados como críticos, casi el 13% como semicríticos y solo el 21% entran en la categoría de seguros, desveló el documento.
Las perspectivas de que todos los residentes en condición desfavorecida tengan acceso al agua son inciertas.
«Debido a la menor cantidad de agua que llega al rio Yamuna (principal cuerpo de agua de la ciudad), la producción de agua en Delhi disminuye continuamente. En circunstancias normales, se producirían 1.005 millones de galones por día y en este momento se producen 939, disminuyendo continuamente», reveló la Ministra del Agua de la capital, Atishi Marlena, en una publicación en su cuenta de ‘X’.
La ciudad depende en gran medida de los estados vecinos, como Haryana, Himachal Pradesh y Uttar Pradesh, para satisfacer la mayor parte de su demanda de agua potable.
Numerosos desagües y riachuelos descargan residuos tóxicos de pequeñas y medianas industrias en el río Yamuna, que es además uno de los más contaminados del país y el que fluye a través de estos territorios, lo que acaba afectando el suministro de Delhi.
El pasado 31 de mayo el Gobierno de Delhi recurrió al Tribunal Supremo por el fallo de suministro de agua procedente de los vecinos Haryana e Himachal Pradesh, sin embargo, este miércoles el juzgado advirtió a la capital que frenara a la mafia de camiones cisterna e hiciera una mejor gestión de los recursos de la ciudad.
Un proveedor privado de camiones cisterna, Ajit, afirmó a EFE que la crisis de agua se ha agravado este año debido a la distribución ilegal de agua por parte del Gobierno.
«Como ellos (el Gobierno) están vendiendo agua en lugar de suministrársela a la gente, hay mucha demanda de camiones cisterna privados», dijo, mientras añadió que cada camión puede llegar a costar 2,000 rupias ($23.94).