San José (EFE) – Costa Rica alcanzó este miércoles los 900 homicidios y sigue incrementando su mayor cifra de la historia, un fenómeno que las autoridades atribuyen, en su mayoría, a las disputas entre bandas narcotraficantes.
Los datos divulgados este miércoles por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) indican que hasta la fecha han ocurrido 900 homicidios, lo que representa un incremento del 41% en comparación con los 638 registrados en el mismo periodo de 2022.
Desde septiembre pasado, 2023 es el año con más homicidios en la historia de este país centroamericano pues superó los 654 que hubo en todo 2022.
Las cifras del OIJ indican que el 66.4% de los homicidios de 2023 se atribuyen a «ajustes de cuentas o venganzas», crímenes que por lo general se relacionan con el narcotráfico.
Según los datos oficiales, en lo que va de 2023 se han cometido con armas de fuego 726 homicidios, lo que representa un 80.6% del total.
Los adultos con edades entre los 18 y 29 han sido las principales víctimas de homicidios este año con 364 personas, para un 40.4% del total, seguido por personas entre los 30 y 39 años con 255 muertes que representan un 28.3% del total.
Las cifras oficiales también revelan que durante este año han habido 41 víctimas menores de edad, el doble que las 21 que se registraron a este fecha de 2022.
La más reciente Encuesta de Opinión Pública elaborada por el Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la estatal Universidad de Costa Rica, reveló que la inseguridad se consolidó en 2022 como el principal problema del país con un 41.3% de las menciones, seguido por el desempleo (12.5%), el costo de la vida (10.8%) y la corrupción (10.4%).
Además, el 69% de los entrevistados tiene ninguna o poca confianza en que el Gobierno podrá resolver el problema, contra un 31% que mantiene mucha o alguna confianza.
El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, dijo a inicios de diciembre en una entrevista con EFE que las layes del país son débiles y que se requiere cárcel para afrontar el asunto de los homicidios.
«Existe, como en Suecia y como en Francia, una guerra de pandillas de crimen organizado que se matan entre ellos porque están compitiendo por espacio físico para vender la droga. La única manera de evitar que estos jóvenes se maten entre ellos es aislándolos de la sociedad y eso significa cárcel», declaró.
El presidente dijo que en Costa Rica hay entre «290 y 390 sicarios conocidos por la Policía» y que encarcelándolos «se soluciona el problema porque ellos cometen la mayoría de los crímenes».
Sin embargo, Chaves aseguró que la legislación del país es «débil» y que meter a la cárcel a un sicario juvenil menor de edad «es prácticamente imposible» por la «concepción de justicia rehabilitativa» que se emplea.