Miami (EFEUSA) – El presidente Donald Trump lanza este martes su campaña a la reelección en Orlando, en el centro de Florida, un enclave de boricuas alineados más con los demócratas y que no le perdonan el «desastroso manejo» que hizo tras la devastación en la isla causada en 2017 por el huracán María.
Esperan al republicano miles de trumpistas que se prevé llenarán el Amway Center, con capacidad para 20.000 personas, a juzgar por las filas que comenzaron desde el lunes, pero también manifestantes que inflarán cerca de allí el ya famoso globo gigante «Bebé Trump» y una reacia comunidad boricua que ve un «atrevimiento» su presencia.
Trump y los republicanos están «luchando para hacer más difícil que sobrevivan los hermanos y hermanas puertorriqueñas», manifestó este martes en conferencia de prensa telefónica Tom Pérez, presidente del Comité Nacional Demócrata.
Este hijo de inmigrantes dominicanos dijo que su partido buscará asegurar «que los puertorriqueños puedan vivir con dignidad después de María» y que cuentan con ellos para alcanzar la meta de los demócratas en el estado de registrar «200,000 nuevos votantes» antes de 2020.
Uno de ellos, Jimmy Torres, presidente de Boricua Vota, aseguró a Efe que los líderes comunitarios de Orlando no olvidan los cerca de 3,000 muertos dejados por María.
«La ineptitud de los dirigentes que nombró Trump en esa tragedia le causaron la muerte a miles de personas. Eso a nosotros nos duele como si hubiese sido ayer», agregó.
Se trata de un «insulto que haya escogido Orlando, porque sabemos que él viene por el voto latino», dijo por su parte a Efe la activista boricua Zoe Colón, que participará este martes en las protestas que realizaran organizaciones comunitarias y demócratas en Orlando.
«Donald Trump no tiene amigos de la comunidad puertorriqueña, ni en Florida ni en la isla», subrayó este martes Darren Soto, el primer congresista de Florida de origen puertorriqueño, quien representa el Distrito 9, que incluye buena parte del electoralmente estratégico corredor de la autopista I-4 y la ciudad de Orlando.
El demócrata dijo que sus compatriotas no olvidan «la peor respuesta a un desastre en la historia moderna, con casi 3,000 muertos, el apagón más largo en la historia moderna» y que «Trump apareciera en San Juan después del huracán para arrojar toallas de papel a las víctimas de este terrible desastre».
Según un sondeo divulgado por el Partido Demócrata, el 30 % de los boricuas que viven en el entorno de la I-4, que atraviesa el centro del estado y donde viven unos 700,000 desplazados de la isla por la crisis económica y los huracanes María e Irma de 2017, cree que Trump «no ha hecho suficiente para ayudar a la isla».
Se trata de una comunidad que avanza como fuerza política similar a la que establecieron por décadas los exiliados cubanos de los condados Miami-Dade y Broward para apoyar al Partido Republicano y sus políticas de castigo al régimen del extinto Fidel Castro.
Estos boricuas incluso ya superaron a sus compatriotas en Nueva York con más de 1.3 millones en Florida, más de la mitad de ellos en los condados Hillsborough, Osceola y Orange, en donde se asienta Orlando y donde la demócrata Hillary Clinton sumó tres de los nueve condados que ganó, sobre los 67 del estado.
El corredor de la I-4, en el que vive la mitad del total de los cerca de 13.5 millones de votantes inscritos en Florida, es clave dentro de un estado decisivo, que puede dar la victoria indistintamente a republicanos o a demócratas.
En 2016, Trump le ganó el corredor I-4 a Clinton por 217,000 votos y perdió el resto del estado por unos 100,000 y en 2012 el republicano Mitt Romney venció a Barack Obama por 18,000 votos en la región, y perdió el estado por unos 100,000, según el diario Tampa Bay Times.
La campaña de Trump espera repetir esa victoria con ayuda del predominante voto blanco de las zonas rurales de la I-4, pero enfrentará uno más liberal y enojado de puertorriqueños y afroamericanos en el área de Orlando.
Torres señaló que en el estado cerca de un 50% de los boricuas está inscrito como demócrata y un 30% como republicano, y que calcula que un 70% de los boricuas que cumplen los requisitos y edad para votar en el corredor I-4 ya están inscritos.
Zoe Colón agregó que su comunidad es fuerte en número, pero tiene aún el reto de educarse electoralmente en temas como la importancia de inscribirse con algún partido si quieren votar en las primarias y la cantidad de elecciones además de la presidencial que pueden fortalecerlos a nivel local y regional.
El grupo Boricua Vota, dijo Torres, se propone asegurar que más de 100.000 puertorriqueños, el «escaso» número de votos con los que Clinton perdió ante Trump en Florida, voten «correctamente» en 2020.
«Tenemos los números para hacer eso», enfatizó sobre el intento de revertir los resultados de 2016, cuando Trump se llevó los 29 votos que le corresponden a este estado en el Colegio Electoral, que es finalmente el que define al ganador de las presidenciales.
«Les vamos a recordar todos los días que un viejito murió en Naranjito (municipio de Puerto Rico) esperando que llegara una ambulancia del país más poderoso del mundo porque no pudieron movilizar el Ejército de Estados Unidos a tiempo para salvar a esta gente, porque a los ojos de Trump no valen nada», dijo.