Brasilia, 2 de febrero de 2022 (EFE) – El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, afirmó este miércoles que su cargo «es el peor lugar del mundo para quien quiere ser honesto», en un discurso de tinte electoral que salpicó con veladas críticas al exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva.
Bolsonaro, quien aspira a renovar su mandato en las elecciones de octubre próximo, aunque todas las encuestas dan como claro favorito a Lula, aprovechó un acto celebrado en el palacio presidencial para subrayar algunos casos de corrupción destapados durante la gestión del Partido de los Trabajadores (PT), que lidera el exsindicalista.
Citó asuntos investigados en grandes empresas estatales, como la petrolera Petrobras, o en bancos públicos, y aseguró que todo fue producto de la corrupción y de una «pésima» gestión.
«Hubo endeudamiento, mala gestión, desvíos de dinero público y corrupción», pero «muchas personas todavía están mal informadas y no consiguen entender lo que pasó en el país», declaró el líder de la ultraderecha, sin citar una sola vez a Lula por su nombre.
En ese marco, y en aparente referencia a las encuestas que le atribuyen una intención de voto en torno al 25 % frente al 45 % que tendría Lula, aseguró que «el sillón presidencial es el peor lugar del mundo para quien quiere ser honesto».
No obstante, apuntó que «no hay satisfacción mayor que servir a la patria», dijo que su «lucha es por la libertad» y garantizó que los «patriotas» no van a «perder esta guerra».
«Creo en Brasil. Creo en Dios» y «tengo un compromiso», declaró el mandatario, que, según las encuestas, hoy tiene unos índices de rechazo superiores al 60 %, atribuidos en buena medida a su firme negacionismo frente a la pandemia de coronavirus, que aún no cede y ya ha matado a casi 630,000 brasileños.