El Gobierno local anuncia compensaciones mientras persiste la alerta por nuevos fenómenos extremos
Nueva Delhi – Una serie de violentas tormentas eléctricas sacudió el jueves al estado indio de Bihar, dejando al menos 80 personas muertas, según confirmó el ministro de Gestión de Desastres del estado, Vijay Kumar.
La tragedia golpea a una de las regiones más empobrecidas de la India, donde los fenómenos climáticos extremos suelen tener consecuencias devastadoras.
«Hasta el momento, hemos recibido información sobre el fallecimiento de al menos 80 personas», declaró Kumar a la agencia india PTI, al tiempo que expresó sus condolencias a las familias afectadas.
En respuesta a la catástrofe, el Gobierno de Bihar anunció una compensación de 400,000 rupias (unos $4,500) para los allegados de cada víctima mortal. Asimismo, las autoridades analizan medidas para indemnizar por los daños ocasionados a las cosechas, fundamentales para la economía local y la seguridad alimentaria de la región.
El Departamento Meteorológico de la India (IMD, por sus siglas en inglés) mantiene activas alertas naranjas —la segunda categoría más alta— por la probabilidad de nuevas tormentas con actividad eléctrica intensa y lluvias en varios distritos del norte y el este del país.
Estos fenómenos, comunes durante la temporada de monzones entre junio y septiembre, causan cada año centenares de muertes y severas pérdidas agrícolas. No obstante, las condiciones meteorológicas extremas también han comenzado a extender su impacto fuera del tradicional ciclo estacional.
Las olas de calor previas a las lluvias monzónicas, con temperaturas que en algunas zonas del país superan los 50 grados Celsius, han causado también decenas de muertes en años recientes. En 2023, se registraron al menos 1,509 fallecimientos vinculados a eventos climáticos extremos en la India, según datos del IMD.
El mismo organismo ha advertido que el año pasado se produjo un aumento del 7.6% en las precipitaciones respecto al promedio histórico, alcanzando su punto más alto desde 2020, lo que confirma una tendencia creciente hacia la intensificación de los fenómenos climáticos adversos.
Mientras la India se enfrenta a los efectos tangibles del cambio climático, los estados más vulnerables, como Bihar, continúan pagando el precio más alto.