San Juan, 26 de agosto – La Asociación de Industriales de Puerto Rico se expresó preocupada por el cierre de vertederos en la isla, lo que indicaron podría convertirse en una crisis de salubridad, por la reducción de espacios para el manejo y disposición de desperdicios sólidos.
“Estamos preocupados de la decisión de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) de cerrar 11 de los 29 vertederos que operaban en Puerto Rico. Nos urge como país que esta decisión no sea minimizada. No es opción cruzarnos de brazos. Urge la acción a resolver el problema”, dijo Eric Santiago Justiniano, presidente de la Asociación, en comunicado de prensa.
Por su parte, Yandia Pérez, vicepresidenta ejecutiva de la Asociación enfatizó que de esto convertirse en un problema, se afectarían varios renglones de la cotidianidad puertorriqueña, además de la salud.
“La salud del pueblo se pone en riesgo, la imagen ante turistas se pone en riesgo, la competitividad de nuestras empresas se afecta globalmente y el desarrollo sostenible de Puerto Rico se pone en precario. Solicitamos que le den el sentido de urgencia que no ha recibido. El gobierno debe crear un task force Interagencial-Municipal-Industria como CICAE (Comité Intersectorial de Cumplimiento Ambiental y Alternativas Energéticas), para discutir este tema y que se provean incentivos efectivos, bien diseñados, para desarrollar la transformación de procesar materiales reciclados en productos y tomar las medidas urgentes que se merece el país”, sugirió Pérez.
La EPA emitió una orden donde recomienda el cierre permanente de los sistemas de relleno sanitario en Arecibo, Arroyo, Cayey, Guayama, Toa Alta, Florida e Isabela.
“Es urgente conocer la realidad operacional que actualmente tenemos en los vertederos existentes en Puerto Rico. Necesitamos saber la capacidad real actual, y una proyección realista y transparente del efecto de cierre de los 11 vertederos ya notificado. Esto no se limita a la capacidad de depositar los desperdicios mínimos que genera la industria. Esto se trata del manejo de desperdicios de la población en general, las familias, los trabajadores que son pieza importantísima de nuestro ecosistema”, recalcó Santiago.
“Como país, establecimos metas de poder reciclar un 35% de los desperdicios generados. Lamentablemente, no se ha alcanzado ni la mitad de dicha meta. El sector privado ha implementado estrategias muy efectivas para la reducción de desperdicios en la isla. La mayoría recurre al desvío de materiales a ser reciclado por empresas en los Estados Unidos mediante waste-to-energy. Nos resulta apremiante que se retome el tema de waste-to-energy de forma responsable, transparente e inclusiva para beneficio de todos”, manifestó el líder de los Industriales.
Santiago explicó que el waste-to-energy es un proceso del cual se produce energía manejando correctamente la basura que no es reciclable. Es un método recomendado por la EPA, que aporta grandemente al control ambiental y a reducir los vertederos, pero que no se hace en Puerto Rico. Actualmente, las empresas de Puerto Rico embarcan a los Estados Unidos desperdicios que son usados en plantas de generar energía.
“Nosotros somos quienes generamos los materiales que se usan en dicho proceso, y no vemos los beneficios sociales del reciclaje y de la generación eléctrica por waste-to-energy aquí en Puerto Rico”, señaló Pérez
“Invitamos a los municipios y a la administración central a un diálogo con Industriales para enfrentar de forma solidaria la crisis ya prevista. Nosotros estamos disponibles para compartir las mejores prácticas de industrias en la Isla, de otros países, estados y jurisdicciones. En Puerto Rico contamos con expertos en el tema y con experiencia global y muy bien podemos utilizar este talento y conocimiento colectivo al servicio y la salud del país”, concluyó Santiago.