San Juan, 27 ago (EFE News) – La empresa puertorriqueña Network and Internet Communications (NAICOM CORPORATION), demandó a la Fiscalía Federal y al Negociado Federal de Investigaciones (FBI), entre los que se encuentra Douglas A. Leff, exagente especial de la división del FBI de San Juan y solicita una indemnización de 25 millones.
Todos los demandados enfrentan una acción de derechos civiles por presuntos «daños compensatorios y punitivos, en su carácter personal basado en una conspiración, combinación y acuerdo que involucra actos de mala conducta inconstitucional grave y abuso en los procesos, lo que resulta en una clara violación a la Cuarta y Quinta Enmienda de la Constitución de Estados Unidos sobre registros e incautaciones razonables sin causa probable y sin orden judicial».
Cabe señalar que, a pocas horas de la Corte Federal haber recibido la radicación del caso y haberlo asignado previamente al Juez Pedro A. Delgado-Hernández, el mismo fue reasignado al juez de distrito principal de los EE. UU. John A. Woodcock, Jr., del distrito de Maine, quien ha dado su consentimiento para dicha transferencia y ha sido designado y asignado para desempeñar las funciones de juez de distrito en el distrito de Puerto Rico, indicó la compañía en un comunicado.
En lo que al demandado Douglas A. Leff se refiere, aseguran, fue responsable de revisar, analizar y discutir con el Asesor Legal del FBI la evidencia recolectada durante las investigaciones criminales por sus agentes subordinados del FBI.
Leff, indican, participó individual y colectivamente «con todos los acusados en la investigación criminal que culminó con la ejecución de la orden inconstitucional y la búsqueda e incautación sin orden judicial contra los Demandantes».
Sus acciones «violaron los derechos constitucionales de los demandantes garantizados por la Cuarta Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos y la ley claramente establecida. Leff dejó su cargo en Puerto Rico el pasado mes de febrero sin querer abundar en las razones».
Los hechos, explican, se remontan al 27 de agosto de 2019, cuando el FBI ejecutó dos órdenes de allanamiento, en compañía de investigadores de las empresas competidoras de NAICOM, «en los cuales se incautó equipo electrónico y una tableta que contenía ‘los secretos’ de dicha empresa».
El documento legal, presentado por el abogado Rafael Castro Lang, indica que las órdenes de registro e incautación «excedieron el alcance de lo que el magistrado federal autorizó».
El 6 de septiembre del pasado año, NAICOM, fundada por Darwin Quiñones Pimentel, pidió al Tribunal Federal la devolución de su propiedad respaldado por la declaración jurada de un agente sobre la cual se basó la orden de registro e incautación y que violó el requisito constitucional de causa probable.
«Esto provocó y fue la fuerza motriz de que se indujera al juez magistrado a creer que existía una causa probable de que se hubiera cometido un delito y que de la búsqueda iba a aparecer prueba incriminatoria penal. Al final, la ejecución del registro y la incautación no arrojó ningún tipo de contrabando ni evidencia de actividad delictiva», se señala en la demanda.
Por ende, el Departamento de Justicia federal y el FBI «fracasaron en su gestión, por lo que la orden de allanamiento contra los demandantes fue desestimada sin oposición de la Fiscalía a que se les devolviera la propiedad y, en efecto, así lo hizo», indicaron en el comunicado.
La demanda fue presentada bajo la acción Bivens, un recurso por daños y perjuicios que se puede presentar cuando presuntamente un agente federal viola un derecho constitucional.
En cuanto al servicio único que ofrece NAICOM, entre el 2002 y 2012, desarrollaron un sistema de dosificación de multidifusión de internet.
La propiedad se identificó como el Entorno Dinámico de Multidifusión Semántica de Internet (Disme). Las fuentes del código Disme se habían mantenido confidenciales bajo la Ley Federal de Defensa de Secretos Comerciales.
La solución patentada por Disme permite que los medios de emisión a través de internet y el servicio IPVT distribuyan contenido de televisión en vivo, a través de internet y redes privadas.