Las Vegas (EE.UU.) (EFE) – El peleador mexicano Saúl «Canelo» Álvarez y el estadounidense Daniel Jacobs pasaron la prueba de la báscula, luego de que ambos estuvieron debajo del límite permitido para la pelea de unificación del título de peso medio del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), la Asociación (AMB) y la Federación (FIB).
Álvarez, que pondrá en juego los títulos avalados por el CMB y la AMB, puso la aguja de la báscula en 159,5 libras, media menos del límite de la división, mientras que Jacobs, que expondrá el título de la FIB, marcó el límite de las 160.
La pelea, pactada a 12 episodios, se llevará a cabo el sábado en Las Vegas (Nevada), teniendo al mexicano como parte clave de la función, con la que se celebrarán las festividades del 5 de mayo, además de ser el gran favorito en las apuestas.
El local donde se llevó a cabo la ceremonia de pesaje estuvo lleno de aficionados seguidores a los peleadores, y tuvieron un adelanto de lo que sucederá mañana, ya que ambos púgiles se enfrascaron en una serie de empujones luego de que ambos subieron a la báscula.
Los ayudantes de ambos tuvieron que separarlos antes de iniciar una escaramuza mayor, y fue lo mas emocionante de una ceremonia monótona como lo ha sido toda la promoción, sin ningún tipo de aliciente deportivo ni de protagonismo por parte de los dos púgiles.
Álvarez, de 28 años, se presenta a la pelea con marca de 51-1-2 y 35 nocauts, mientras que Jacobs la tiene en 35-2 con 29 fueras de combate.
El campéon mexicano se llevará una bolsa de $35 millones, mientras que Jacobs recibirá $2.5 millones por el contrato firmado, pero llegará hasta los $10 millones con el contrato que tiene firmado con la cadena DAZN.
La serie de empujones inició después de que en vez de pararse frente a frente, cada uno recargó su cabeza contra el rival, y Jacobs aventó a «Canelo», quien respondió con otro empujón.
En ese momento el equipo de ayudantes de los dos peleadores se entrometió para separarlos.
Muchas personas se entusiasmaron pero otros dijeron que parecía una actuación de ambos, tal como se acostumbra a hacer en cada ceremonia de pesaje para dar mayor publicidad a la pelea.
La misma situación la vivió el «Canelo» cuando subió a la báscula para le pelea contra Gennady Golovkin.
Luego de la pelea, «Canelo» dijo que se siente seguro del triunfo, ya que desde el momento en que posó su cabeza sobre la de Jacobs, dice que «percibí que tiene miedo, espero que él salga con intención de noquearme para hacer una buena pelea, pero no lo logrará, no podrá ser mejor que yo».
Mientras que Jacobs indicó que «sólo le di una muestra de lo que le pasará mañana» durante el combate y agregó que «no quiero hablar de más, porque mañana será mis puños los que hablen».
Jacobs, que alcanzó las 160 libras lucía delgado, musculoso y en gran forma, y «Canelo» se veía más delgado, por lo que es posible que durante las horas que faltan para el inicio de la pelea el mexicano se recupere y suba al cuadrilátero con mayor peso que Jacobs.
En un segundo pesaje el sábado por la mañana a las 8:00 a.m. el límite de peso para es de 170 libras.
Si alguno de los dos peleadores supera el límite, deberá pagar $100,000 por cada libra de exceso hasta un máximo de $1 millón si no se presenta al pesaje.
«Canelo» recientemente firmó un contrato de $365 millones con DAZN por 11 peleas, por lo que si excede ese límite de peso no se verá muy afectado económicamente y recibirá de cualquier manera $35 millones en su segunda pelea bajo el nuevo contrato.
Es una historia diferente para Jacobs, quien indicó que llegará en peso el sábado porque no quiere ser multado, ya que «todo esto lo hago sólo para mi familia».
Todo quedó preparado para el combate del sábado, en el que habrá un nuevo poseedor de los tres títulos mundiales de la división de los medios.
Ambos púgiles, como ya es habitual, dijeron que al concluir la pelea serán cada uno de ellos el campeón.