Suiza (19 de abril de 2021) EFE – El «fútbol tradicional'», representado en la Unión de Federaciones Europeas de Fútbol (UEFA, en inglés), en dirigentes gubernamentales, instituciones y clubes, ha levantado un frente común para frenar al «huracán Superliga», que amenaza con cambiar la organización de un deporte que para muchos pasará de tener un origen humilde a ser exclusivo para los clubes más pudientes.
El anuncio de la creación de un torneo semicerrado por parte de doce de los mejores clubes europeos de Inglaterra, España e Italia, al que se adelantaron con un comunicado el organismo europeo y las ligas y federaciones de los tres países, ha provocado una tremenda convulsión.
Los «12» no han vuelto a manifestarse tras su puesta en escena, pero parecen tenerlo todo muy claro con el proceso jurídico y competitivo en marcha.
Las reacciones contrarias a esta Superliga no han cesado de aparecer. La UEFA abandera, lógicamente, el frente común. Su Comité Ejecutivo, reunido en Montreux, no ha cedido un ápice y ha acordado seguir adelante con el nuevo formato de la Liga de Campeones y de las demás competiciones continentales que entrarán en vigor en la campaña 2024-25.
Independientemente de la pretensión de estas entidades de crear un torneo casi cerrado, dentro de tres años el principal torneo europeo contará con 36 equipos en vez de los 32 de la actualidad.
El presidente de la UEFA, el esloveno Aleksander Ceferin, ha sido contundente al asegurar que el proyecto de la Superliga es fruto de «la avaricia, el egoísmo y el narcisismo de algunos» y que estudiarán la participación de los jugadores de los clubes implicados en la próxima Eurocopa.
«Estamos evaluando la situación con nuestro equipo jurídico. Todavía es pronto porque lo anunciaron anoche. Vamos a imponer todas las sanciones que podamos cuanto antes, sacarles de todas las competiciones y prohibir a los jugadores participar en nuestras ellas», dijo.
En un encuentro con varios medios tras la reunión en Montreux, aseguró que «la Superliga se iba tramando y cociendo desde hace tiempo con gente como Florentino Pérez y Agnelli» que podían haber hablado con su institución, siempre dispuesta a ayudar.
«Hace unos días recibimos una propuesta interesante y dijeron que no había nada que hablar. Esto tiene que ver con la avaricia, el egoísmo y el narcisismo de algunos», agregó.
No obstante, Ceferin dejó la puerta abierta para aquellos clubes que quieran salirse del proyecto de la Superliga y regresar a las competiciones de la UEFA, y destacó el respaldo recibido por parte de la Comisión Europea sobre la postura de la UEFA y la de la FIFA, cuyo presidente, Gianni Infantino, lo manifestará este martes en el Congreso de la organización
Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y vicepresidente de la UEFA, aseguró que el anuncio de la Superliga ha provocado una situación que «requiere lo mejor de todos los estamentos del fútbol». Además, agregó que la UEFA y todo el fútbol europeo está más unido que nunca.
«Debemos apelar de manera inequívoca a la responsabilidad y a los principios que siempre han guiado el deporte más seguido del mundo», indicó el máximo mandatario de la RFEF, quien afirmó que desde la UEFA llevan «años trabajando en la reforma de las competiciones para adaptarlas a los nuevos tiempos, generando más riqueza que nunca, sin dejar de lado a ningún estamento, y haciéndolo de acuerdo con los fundamentos de solidaridad y respeto al mérito deportivo».
La Comisión Europea (CE), que este lunes cargó abiertamente en contra de la Superliga de fútbol europea por cuestión de «valores», evitó pronunciarse sobre posibles problemas en materia de competencia y sugirió que los asuntos de gobernanza suelen dirimirse en cortes de arbitraje y tribunales nacionales.
«Las disputas relativas a la gobernanza en el deporte generalmente se resuelven mejor en las cortes de arbitraje y en los tribunales nacionales», declaró en rueda de prensa la portavoz de la Comisión Europea en materia deportiva, Sonya Gospodinova.
Antes, el vicepresidente de la Comisión para el Estilo de Vida Europeo, el griego Margaritis Schinas, se había posicionado en contra de la creación de esa competición anunciada por Real Madrid, Barcelona, Atlético, Milán, Arsenal, Chelsea, Inter, Juventus, Liverpool, Manchester City, Manchester United y Tottenham.
«Debemos defender un modelo europeo de deporte basado en valores, basado en la diversidad y la inclusión. No hay margen para reservarlo para los pocos clubes ricos y poderosos que quieren estrechar lazos con todo lo que representan las asociaciones», señaló Schinas en Twitter.
El primer ministro británico, Boris Johnson, se comprometió este lunes a «hacer todo lo que pueda» para evitar que el proyecto de la Superliga europea de fútbol salga adelante «como está planeado».
«Vamos a mirar todo lo que podemos hacer con las autoridades del fútbol para asegurarnos de que esto (la Superliga) no sale adelante», dijo Johnson en declaraciones a los medios.
El Gobierno español, de momento, apuesta por el diálogo con todas las partes implicadas, como anunció el ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, quien abogó por que haya «un acuerdo», porque los «planteamientos que suponen un choque de trenes no son buenos» para nadie.
Rodríguez Uribes también expresó que como Gobierno su «preocupación es que la liga española no se devalúe», que nada afecte «a la competitividad de la selección española» y que no se pierdan de vista «los valores del deporte, que sea abierto».
Asimismo, pidió que se defienda «un deporte de base, las canteras, que esto no rompa un modelo de deporte entendido como un derecho y que tiene que ver también con proteger a todos los clubes, también a los mas modestos».
Los ’12’ esperan contar con tres socios fundadores más, pero de momento el Borussia Dortmund se ha desmarcado y el Bayern Múnich y el PSG aún no han dado el paso de entrar en la Superliga. Lo que sí se ha sabido es que el banco estadounidense JP Morgan financiará la nueva Superliga Europea de fútbol.
«Puedo confirmar que nosotros financiamos la operación, pero no tenemos más comentarios al respecto por el momento», corroboró a Efe un portavoz de JP Morgan por correo electrónico.
Y mientras, exfutbolistas y jugadores en activo tampoco han dejado escapar la ocasión para pronunciarse sobre la Superliga. Sobre todo desde Inglaterra. Nombres como Gary Neville, ex del Manchester United, declaró estar «asqueado». Otros como Álex Ferguson dijo que hablar de la Superliga es como «apartarse de 70 años de fútbol europeo».
Entre los que aún están en activo, Ander Herrera (PSG) estalló contra el nuevo formato. «Amo el fútbol y no puedo quedarme callado ante esto, creo en una ‘Champions League’ mejorada, pero no en que los ricos roben lo que el pueblo creó, que no es otra cosa que del deporte más bonito del planeta», escribió en Twitter.
Mesut Özil, ex del Real Madrid y ahora en el Fenerbahce, también atacó a la Superliga: «Los niños crecen soñando con ganar el Mundial y la Champiosm no la Superliga. Lo bonito de los grandes partidos es que solo ocurren una o dos veces al año, no todas las semanas».
Otros se unieron a la lista. Luis Figo calificó el campeonato como un movimiento «codicioso e insensible», Bruno Fernandes, media punta del United, compartió una publicación de Instagram del portugués Daniel Podence en la que muestra su rechazo a la Superliga: «El balón, la canción, el suelo. La volea de Zidane, Kaka, el Liverpool en Atenas, Ole (Solskjaer) en Barcelona, Cris y Seedorf… Hay cosas que simplemente no se pueden comprar».
¿Buena reorganización del máximo torneo continental o codicia de los clubes más poderosos? Este domingo comenzó un debate que durará mucho tiempo y en el que se verán implicadas instituciones de primer nivel y todos los actores del mundo del fútbol. La pelea entre el sector «tradicional» contra el «huracán Superliga» no ha hecho más que empezar.