Santiago, Chile – La despedida de Edgardo López del tapiz de lucha olímpica no solo fue el fin de un combate, sino el cierre de una era para Puerto Rico y el deporte en América. En una escena que capturó corazones, López se quitó las botas en el colchón de lucha, un gesto simbólico que anunció su retiro después de más de dos décadas de entrega al deporte.
Con lágrimas en los ojos, López compartió con la prensa la significación de su acto: dejar las zapatillas en el colchón simboliza el final de su trayectoria en la lucha. A pesar de enfrentar una lesión cervical que lo ponía en riesgo, su compromiso con Puerto Rico lo llevó a competir en la ronda de cuartos de final contra el estadounidense Cohlton Schultz, donde finalmente cayó 6-0.
El reconocimiento del público, que lo ovacionó, fue un homenaje a su ardua carrera y su espíritu luchador. López, además de ser un destacado deportista, es un maestro de ciencias dedicado a la investigación científica, trabajando en su maestría en biología con especialidad en biotecnología molecular en la Universidad Interamericana de Bayamón.
El carolinense deja un legado impresionante con medallas en Juegos Centroamericanos y del Caribe, incluyendo un bronce en Veracruz 2014 y una plata en San Salvador 2023, además de un bronce en estilo libre en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015. Su habilidad para competir en las modalidades libre y greco lo distingue como un atleta excepcional.
Ahora, con la mirada puesta en su familia, su esposa Mariana González y la finalización de su maestría, López planea continuar vinculado al deporte, posiblemente en el arbitraje, manteniéndose cerca de la disciplina que lo vio crecer y triunfar.
Mientras tanto, en la ronda de cuartos de final, el compatriota de López, José Jourdan, no logró avanzar tras su enfrentamiento con el estadounidense Josef Rau.
FUENTE: COPUR