Houston (EE.UU.), 26 oct (EFE) – Los Bravos de Atlanta volvieron a la Serie Mundial después de 22 años de ausencia y lo hicieron en parte gracias a la aportación que recibieron de los jardineros latinoamericanos, el puertorriqueño Eddie Rosario y el cubano Jorge Soler.
Ambos se convirtieron desde que llegaron a finales de julio en el referente de la ofensiva de los Bravos, especialmente Rosario, que durante la Serie de Campeonato de la Liga Nacional frente a los grandes favoritos al triunfo, los Dodgers de Los Ángeles, fue el héroe que los puso en el Clásico de Otoño.
Su presencia en la ofensiva de los Bravos podría convertirse en una de las claves que les permita superar el duelo que a partir de este martes comienzan con los Astros de Houston por el título de la Serie Mundial.
Además, Rosario despejó las dudas que existían sobre si su aportación iba a ser la que los Bravos necesitaban para recomponer toda la ofensiva en uno de los puestos de jardinero tras llegar al equipo después de sufrir una lesión muscular a comienzos del pasado julio cuando estaba con los Indios de Cleveland.
En su último mes con los Indios, Rosario bateó .306/.327/.480 (OPS de .807) en 27 partidos, luego de producir .227/.280/.341 (OPS de .621) con Cleveland en sus primeros 51 partidos del 2021 por la Tribu.
Nada más llegar a los Bravos a finales de julio, Rosario tuvo una sólida línea de .271/.330/.573 (OPS de .903) y siete jonrones en la recta final por Atlanta, que sorprendieron con la adquisición de cuatro guardabosques a mediados de la campaña debido en gran parte a la ausencia del venezolano Ronald Acuña Jr.
Ahora Rosario viene de ser el Jugador Más Valioso de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional contra los Dodgers, en la que bateó .560/.607/1.040 con tres cuadrangulares y nueve empujadas.
«Mucho enfoque», dijo Rosario al tratar de explicar la vuelta que le dio a su temporada vistiendo el uniforme de los Bravos. «Siempre tuve la fe. Creo en mis habilidades».
Cuando el gerente general de Atlanta, Alex Anthopolous, hizo el canje con Cleveland, estaba consciente de que no iba a contar con Rosario hasta por lo menos mediados de agosto (la fecha fue el día 28, al final) y también sabía que el oriundo de Guayama ya exhibía números mejores tras su lento comienzo en los Indios y mostraba todo el potencial que posee.
Por supuesto, la mejor campaña de Rosario fue con los Mellizos de Minnesota en el 2019, cuando conectó 32 vuelacercas y empujó 109 vueltas como parte de la «Bomba Squad» que ganó la División Central de la Liga Americana.
Pero a sus 30 años, el toletero zurdo generaba dudas con un porcentaje de embasarse de por vida de .310 antes de firmar por una campaña con los Indios durante el invierno. Ahora se sabe que Atlanta fue uno de los otros equipos interesados en sus servicios en ese momento.
«Creo que tenía que presentarse esta clase de oportunidad», expresó Rosario. «Tenía que estar en este momento para que sucediera todo, tal como ha pasado».
Por su parte, Soler, que antes de verse afectado por la covid-19, al no estar vacunado, perdió la titularidad en los jardines, ha llegado a la Serie Mundial dispuesto a aprovechar la oportunidad de ser de nuevo importante en la ofensiva de los Bravos, pero como bateador designado.
«No importa en qué posición vaya a jugar, lo que cuenta es que al final pueda ayudar al equipo a conseguir los triunfos que necesitamos para ganar la Serie Mundial», declaró Soler. «Estoy listo para el reto como el resto de mis compañeros».
Los Astros, campeones de la Liga Americana, tienen la ventaja de local, por eso Atlanta podrá emplear a Soler como el bateador designado en el Clásico de Otoño durante los Juegos 1 y 2, a disputarse en Houston y si es necesario los Juegos 6 y 7.
El bateador designado no estará para ninguno de los encuentros que se disputarían en Atlanta.
Después de que los Bravos tomaron la atrevida decisión poner a Soler como primer bate el 20 de septiembre, el cañonero respondió con porcentaje de embasarse de .365 y OPS de .947 en los últimos 11 partidos de la campaña regular.
Soler se fue de 11-1 con dos pasaportes negociados en los tres encuentros de la Serie de División de la Liga Nacional que jugó antes de dar positivo al covid-19.
El toletero cubano, traspasado por los Reales de Kansas City, se disculpó por defraudar a su equipo al no vacunarse, una decisión que también le costó su puesto en el lineup del conjunto de Atlanta.
«Todo eso ya es historia, ahora lo único que tengo que hacer es concentrarme en dar lo mejor de mí cuando esté en la caja de bateo y esa será mi única y gran prioridad», agregó Soler.