Toronto (Canadá) (EFE) – El presidente de operaciones de Golden State Warriors, Bob Myers, informó que Kevin Durant sufrió lesión en el tendón de Aquiles de su pie derecho durante el quinto partido de la final de la NBA que enfrentó en Toronto a los Raptors y los Golden State Warriors.
Los Warriors ganaron el partido 105-106 a pesar de que Durant se tuvo que retirar en el segundo cuarto. En los 12 minutos que estuvo en pista anotó 11 puntos y consiguió dos rebotes.
Era el primer partido que jugaba Durant tras una lesión en la pantorrilla que le había alejado de las pistas durante más de un mes.
En una conferencia de prensa tras el partido, Myers afirmó que si alguien es responsable de lo sucedido con Durant, las culpas deben ir dirigidas a él.
«Le habían permitido jugar esta noche; fue una decisión de conjunto. No creo que nadie es responsable pero entiendo en este mundo, si es necesario, se me puede echar la culpa a mi», explicó Myers.
«Y quiero decir algo sobre Kevin Durant. Kevin Durant ama el baloncesto y la gente que ha cuestionado si quería volver a este equipo estaban equivocadas», continuó.
«Mi alma está muy dolorida en estos momentos. No quiero mentir, pero ver a mis hermanos obtener esta victoria fue como beber tequila, me dio nueva vida», aseguró Durant en su cuenta de Instagram.
Por su parte, el entrenador de los Warriors, Steve Kerr, declaró estaba «muy orgulloso» de sus jugadores por «el increíble corazón y valor que han demostrado».
«Por otro, estoy devastado por Kevin. Un victoria increíble y un pérdida terrible al mismo tiempo», admitió.
Kerr también se refirió a la reacción de parte del público de Toronto cuando Durant se lesionó y los intentos de los jugadores de los Raptors de acallar a los espectadores para que respetasen al contrincante.
«Los jugadores de los Raptors estaban diciendo a la multitud que se callase, por respeto, lo que aprecio. Algunos de los seguidores estaban aplaudiendo cuando pasó y creo que los jugadores de los Raptors entendieron la gravedad e intentaron acallarlos», dijo.
«Durante un par de minutos, todo parecía espeluznante y extraño y fue necesario un poco de tiempo para que los dos equipos se serenasen», añadió el entrenador de los Warriors.