Por Jorge J. Muñiz Ortiz
Agencia EFE
Toa Baja, Puerto Rico – «Choky», el primer bailarín de Puerto Rico de breaking o «b-boy» en los Juegos Panamericanos de Santiago 2023, dice en entrevista con EFE que quiere inspirar a otros jóvenes con su estilo de baile urbano con la oportunidad de llegar a unos Juegos Olímpicos.
«Jamás pensé que esto se fuera a convertir en un deporte olímpico, pero ahora que lo es, pues estamos abriendo otras puertas», aseguró Víctor Alfonso Custodio Pabón, nombre de pila de este «b-boy» de 32 años.
El bailarín se prepara en la sede de la Federación de Breaking de Puerto Rico en Toa Baja (norte) para viajar en unos días a los Panamericanos, que comienzan el 20 de octubre e incluyen por primera vez esta disciplina.
Usó el breaking como un «escape»
Nacido en la ciudad sureña de Ponce, pero criado en Bayamón, municipio colindante a San Juan, «Choky» comenzó a practicar el breaking a sus 14 años, usando el baile como su «escape» de las peleas que tenía con otros compañeros de escuela.
«En vez de buscar problemas con alguien, uso el breaking. Si tengo miedo o si soy cohibido de expresar algo, pues lo expreso con el breaking», mencionó el bailarín, quien muestra con el baile sus sufrimientos, su historia, sus sacrificios y sus raíces.
Este estilo de baile, nacido en las calles de Nueva York en la década del 1970, lo practicaron también el padre de «Choky» y sus amigos en la Plaza Las Delicias en Ponce, donde eran amonestados por la Policía, cuando en aquel tiempo se decía que los jóvenes que bailaban breaking eran pandilleros.
A su vez, un tío lejano de «Choky», Jorge Pabón, mejor conocido como «Popmaster Fable», fue uno de los pioneros del breaking en Nueva York con el famoso grupo Rock Steady Crew, uno de los creadores de muchos pasos que se hacen en el famoso baile, uno de los tres elementos del hip-hop, además del rap y el grafiti.
Su padre y su tío fueron sus influencias
«Ellos me llevaron a algo que yo quiero llevar a otro nivel», resaltó «Choky», quien cuenta con un entrenador, el español Fernando Amador, cuyo nombre de «b-boy» es «Flexnando».
«Lo más importante es la representación, pero también abrir las puertas y que los ‘chamaquitos’ (jóvenes) se motiven y se inspiren para el próximo ciclo y se les haga más fácil», agregó «Choky» sobre la oportunidad de demostrar sus quilates en este estilo de danza deportiva.
En la capital chilena, «Choky» competirá contra otros 15 bailarines de igual número de países los días 3 y 4 de noviembre, y cuyo ganador clasificará automáticamente a los Juegos Olímpicos de París 2024.
El breaking es un estilo de baile que se caracteriza por los movimientos acrobáticos, el juego de pies estilizado y el papel clave que desempeñan el «discjockey» y el bailarín o «b-boy».
Las actuaciones de breaking consisten de varios elementos: «toprock» (movimientos de pie), «downrock» (combinaciones de movimientos acrobáticos y danza en el suelo), «power moves» (varios tipos de movimientos físicos) y «freezes» (congelación en una pose).
Apuesta por la creatividad
«Lo importante es la originalidad y creatividad», aseguró «Choky» en referencia a lo que deben tener los «b-boys» para ganar.
«Estamos haciendo todo en contra de la gravedad, y nuestro cuerpo no está diseñado para eso», resaltó «Choky» sobre la dificultad de practicar el breaking.
Desde su nacimiento en las calles de Nueva York, en su mayoría por emigrantes puertorriqueños, ha ido evolucionando y ganando adeptos en todo el mundo como una disciplina que entrelaza elementos de música y danza.
Posteriormente, se formaron grupos como los Zulu Kings, Rock Steady Crew, Dynamic Rockers y New York City Breakers, que desarrollaron no solo la base de la danza, sino también movimientos de mayor dificultad.