Redacción Deportes (EE.UU.) (EFE) – Los Boston Celtics volvieron a la senda de la victoria al imponerse este sábado a domicilio a los New Orleans Pelicans (92-104) después de que los de Zion Williamson dilapidasen todas sus opciones en un desastroso tercer cuarto.
Los Celtics (58-16) evitaron con su triunfo encadenar por primera vez esta temporada tres derrotas después de haber perdido sus dos últimos partidos en Atlanta ante los Hawks 120-118 y 123-122.
Con el primer puesto del Este en el bolsillo y el mejor balance de la NBA, estos últimos partidos de la temporada regular son para los Celtics prácticamente preparación para los ‘playoffs’.
Aún así, los de Boston se tomaron el partido en serio y anularon por completo a los Pelicans (45-29), que en el tercer cuarto tan solo anotaron 11 puntos, tras un complicado inicio.
El mejor jugador de los Celtics fue Jayson Tatum con 23 puntos y 9 rebotes, mientras que Kristaps Porzingis firmó un doble-doble con 19 puntos y 10 rebotes.
Para los Pelicans destacó Zion Williamson con 25 puntos y 9 rebotes. CJ McCollum sobrepasó los 14.000 puntos en la NBA tras anotar 24 ante los Celtics.
Los Celtics, que son matemáticamente primeros del Este desde hace varias fechas, también están a punto de asegurarse terminar como el mejor equipo de la temporada regular de la NBA.
Los Pelicans, por su parte, se mantienen quintos en el Oeste pese a la derrota, pero tienen a los Dallas Mavericks (44-29) respirándoles en la nuca.
Golpe mortal al descanso
Los New Orleans Pelicans saltaron a su cancha con toda la intención de castigar a los Boston Celtics con tres derrotas consecutivas por primera vez esta temporada.
Fueron dueños y señores del primer cuarto, liderados por un Zion Williamson que está jugando su mejor baloncesto como profesional y por CJ McCollum, que empezaba el partido con 13,981 puntos en su carrera, con el objetivo de sobrepasar hoy los 14,000.
Los dos anotaron 12 puntos cada uno en ese primer cuarto para poner a los Pelicans con un cómodo 37-28.
Los Celtics estaban tocados tras ese primer cuarto, pero en el segundo su juego empezó a fluir, mejorando en todas las facetas pero sobre todo en su acierto en triples, su mejor arma, del 33.3% al 66.7%.
También anularon el potencial ofensivo de los Pelicans, dejando a Williamson en 2 puntos en el segundo y a McCollum en blanco.
A 4.53 ya lograron empatar el partido 44-44, pero los Pelicans respondieron de inmediato con un triple de Herbert Jones. La historia se repitió a 3.13 con un 49-49 que los de Nueva Orleans volvieron a deshacer con otro tiple de Trey Murphy III.
Entonces los Pelicans cometieron varios errores en ataque que dieron la oportunidad a Derrick White, con una posesión de 3 segundos, de asestar un golpe con un triple sobre la bocina que ponía a los Celtics con su primera ventaja del partido 57-59.
Desastroso cuarto de los Pelicans
El triple de White sobre la bocina provocó el efecto psicológico esperado en los dos equipos. Para los Pelicans el tercer cuarto fue desastroso, con tan solo 11 puntos anotados tras un 17,4 % en tiros de campo.
Los Celtics, por su lado, fueron cimentando una ventaja dada por la pobre actuación de su rival, aunque su acierto tampoco fue el mejor.
Al final del cuarto los Celtics aventajaban a los Pelicans 68-83 tras un parcial de 11-24, una ventaja que sería clave para lo que restaba de partido.
Boston llegó a ponerse con un +22 al inicio del último cuarto, pero los Pelicans tuvieron una tímida reacción que rebajó esa ventaja a +14 e hizo soñar con una épica remontada ante el mejor equipo de la NBA.
Con un triple a 4.27 del final, McCollum superó los 14.000 puntos en la NBA y puso a los Pelicans a tan solo 12 por debajo.
Sin embargo, los Celtics no permitieron que los Pelicans se les acercasen mucho más y jugaron con el cronómetro para cerrar el partido con un 92-104 en el luminoso.