Redacción Deportes (EE.UU.), 9 sep (EFE) – El ala-pívot griego Giannis Antetokounmpo quiso jugar con Milwaukee Bucks el quinto partido de la serie semifinal de la Conferencia Este ante los Heat de Miami, pese al esguince que padece en el tobillo derecho, pero su equipo puso su salud «por encima de la clasificación y eso es algo grande», afirmó el MVP de la liga tras la eliminación de los Bucks.
La derrota por 103-94 ante los Heat dio a los de Miami la victoria en la serie por 4-1 y el pase a la final de Conferencia.
Antetokounmpo hizo todo lo humanamente posible para superar el agravamiento del esguince que sufrió en el segundo periodo del cuarto partido de la eliminatoria, el pasado domingo.
El lunes llevó a cabo un ligero entrenamiento e hizo bicicleta estática, mientras los preparadores físicos y médicos del equipo trabajan con todos los medios a su alcance para mejorar su estado.
Pero todo quedaba pendiente de una última prueba dos horas antes del quinto partido, en el Wide World of Sports Complex de Orlando.
Antetokounmpo saltó al campo y comenzó el precalentamiento, en el que no se le vio cómodo ni con confianza en los tiros a canasta. Luego hizo algo de trabajo de fuerza y flexibilidad con un miembro del personal técnico de los Bucks.
El calentamiento fue corto y sin mucho movimiento lateral, que suele ser parte de su rutina habitual.
El entrenador Mike Budenholzer siguió atentamente la preparación.
«Siempre es bueno observar las pruebas en las que el jugador puede mostrar su verdadera condición física», comentó.
Antes de que los Bucks tomasen la decisión de que Antetokounmpo no jugaría, unos 45 minutos antes del partido, la estrella griega le dijo a Budenholzer que estaba dispuesto a salir al campo y competir.
«Quería jugar», declaró Antetokounmpo. «El equipo sabe que quería jugar, yo mismo estaba convencido de hacerlo. Mi entrenador sabe que quería jugar, pero al final la organización puso mi salud por encima del quinto partido y de una clasificación y eso es algo grande».
Antetokounmpo firmó una extensión de su contrato de novato por cuatro temporadas y 100 millones de dólares que se cumple el próximo año.
Los Bucks, que con toda seguridad a partir de este otoño le van a ofrecer el contrato máximo de 200 millones de dólares por cinco temporadas -dependiendo de cálculos del tope salarial basados en una temporada más corta y con muchos menos ingresos-, no pusieron en riesgo la carrera del jugador más deseado de la NBA.
El griego, de 25 años, también tendrá la posibilidad de quedar como agente libre a partir de 2021 y dejar a los Bucks por otro equipo.
De ahí que los próximos meses sean cruciales para la franquicia, que aspira a ganar su primer campeonato desde 1971 con Antetokounmpo como pieza central.